Llames de Parres – Posada de Valdeón

Llames de Parres – Posada de Valdeón 75 km

Empezamos este viaje desde el mismo lugar donde terminamos el último, en Llames de Parres, Asturias.

Nos volvemos a alojar en La Posada de la Venta , lugar del que ya os hablamos en la crónica https://lallamadadelviento.es/2015/06/21/llames-de-parres-nava-villaviciosa-llames-de-parres/

Llevamos dos semanas pendientes de la meteorología de la zona y aunque esperábamos que lloviera, lo que no nos podíamos imaginar es que una vez aquí pronosticasen una ciclogénesis explosiva que va a variar casi toda nuestra planificación.

Primer día, primeros cambios. El destino será Posada de Valdeón.Hemos decidido hacer más km a la espera del empeoramiento de la climatogía y mañana no salir a pedalear.

Datos grabados con Twonav Anima Plus

Hoy pedalearemos por los Concejos de Parres, Cangas de Onis, Amieva y Ponga en Asturias y por la Comarca de la Montaña de Riaño en León.  Subiremos dos puertos de montaña, el mítico Pontón de la vuelta ciclista a España y seguidamente Panderrueda.  Es una ruta sin complicaciones técnicas pero con bastante exigencia física puesto que el desnivel que nos saldrá al final será dos mil metros de acumulado positivo.

Este tramo resulta ser uno de los más beteteros del Camín a Cuadonga porque el firme está en perfecto estado, no hay zonas complicadas. Es muy disfrutón y llegamos rápido a Cangas de Onís.

Como ya conocemos Cangas no paramos a hacer fotos.

Desde aquí tomamos la N625 dirección a la provincia de León. El resto de la ruta será por asfalto. Durante muchos km el río Sella nos acompaña.

A menos de tres km nos encontramos con la central de desove de salmones de Caño.

Pedaleamos con buen ritmo porque aunque la tendencia es a subir, el porcentaje  debe de rondar el 3%. Aproximadamente en el km 30 de la ruta empezamos a notar el esfuerzo. Se irá endureciendo poco a poco.

León y Asturias se unen por una sinuosa carretera. Es el Desfiladero de los Beyos, con  una longitud aproximada de 20km. El Río Sella ha modelado un paisaje de roca caliza impresionante.

No llevábamos bien puesta la cámara en el manillar, pero con este vídeo os podéis hacer una idea de como es el lugar aunque la verdad es que no le hace justicia.

Paramos a comer y a descansar en Oseja de Sajambre ( León), justo antes de afrontar los algo más de 11 km de subida que nos quedan hasta el Pontón. También son los más duros.

Subimos, subimos y subimos. Vamos acumulando un cansancio considerable.

Y por fin llegamos

Hacemos la foto de rigor en el letrero y empezamos la bajada, pero sólo tiene un km escaso ya que tenemos que dejar la N625 que baja a Riaño para enlazar con la LE 244 que nos lleva al Valle de Valdeón. Ponemos un video

Tenemos por delante casi cinco km más de subida al Puerto de Panderrueda.  Nos resulta más fácil de lo que esperábamos porque no tiene rampas destacables a pesar de tener que superar un desnivel positivo de más de 300 metros en tan poca distancia.

La bajada hasta Posadas de Valdeón es de 11 km por una carretera preciosa, sin tráfico, ancha.

Grabamos un video desde Panderrueda hasta el mirador de Valdeón. Una pena que el cielo empezara a enmarañarse y no deje ver bien los Picos de Europa.

En Posadas de Valdeón nos alojamos en el Hostal Corona **, lo elegimos no sólo por su precio sino porque tiene unas vistas impresionantes al macizo central de los Picos de Europa.

http://www.hotel-corona-posada-de-valdeon.vivehotels.com/es/

 

Es un lugar muy tranquilo para descansar, tanto que éramos los únicos clientes ;o))))))) Nos dijeron que a partir de septiembre el trasiego de gentes se reduce casi exclusivamente a los fines de semana. Tiene comedor, donde ofrecen un menú de comida casera bastante generoso.  El trato es correcto. Está todo  limpio.

Toca descansar.

El pueblo es pequeño y las actividades principales están unidas a lo que hoy en dia llaman el turismo activo, asi es que poco podemos hacer.

Estamos rodeados y protegidos por las montañas.

Damos un paseo disfrutando de la tranquilidad y el aire limpio que se respira.

lallamadadelviento@lallamadadelviento.es

Villaviciosa – Llames de Parrés

Hoy también hemos madrugado a pesar de tener una etapa corta. Volvemos al punto de partida, Llames de Parrés.

Como Villaviciosa es pueblo peregrino, mientras que buscamos un bar para desayunar nos encontramos a varios caminantes con sus mochilas a cuestas.

Hoy pedalearemos por los concejos de Villaviciosa, Piloña y Parres.

Salimos por la carretera AS-225 .

En Amandi a poco más de un km, el Camino de Covadonga se separa del Camino del Norte. Dada de la escasez de peregrinaje hacia la Santina, no volveremos a encontrarnos con nadie más. La bifurcación está en la capilla de San Juan .

Acceso a la finca privada ” La Vega”

El camino no es el que se ve detrás sino otro pedregoso que está a la izquierda.

Desde el inicio nos adentramos en plena naturaleza compartiendo itinerario con la ruta de los Molinos del Profundu durante unos cientos de metros.

Ni siquiera se nos han calentado los músculos y ya sabemos que tenemos que empujar, pero es curioso como la memoria graba los recuerdos porque todo el tramo de la ribera del arroyo de Puente Coro se nos hace mucho más corto, lo mismo que la subida a Coro que además se nos hace menos empinada (este año está más limpia de matojos). Mucho tiene que ver la forma física

Este lugar se llama Malpasu y es una zona donde el agua entra libre al camino.

 

La ladera del monte Sama se sube por un sendero flanqueado de árboles y con multitud de raices que dificultan el ascenso. Este empinado tramo termina en un camino más amable y ciclable.

Paramos a descansar cinco minutos y hacemos esta foto en el mismo lugar del año pasado

 

Ahora vamos por un falso llano y podemos pedalear agusto. El camino nos saca a una pista cementada con fuerte pendiente. La foto es del final. Justo donde se ve la valla electrificada hay un cartel que te desvía a la izquierda.

Giramos y vuelta a empujar por una especie de tunel verde lleno de zarzas, ortigas, bastante resbaladizo y con una pendiente considerable al final, eso si, la temperatura baja con la humedad.

Nos lleva directamente a Cuetobaxo y a la carretera AS-332 que sube a Breceña y a Sietes (El famoso pueblo de Windows).

No se aprecia pero es cuesta arriba

Llegamos a Sietes y buscamos algún bar que esté abierto, pero por las mañanas en temporada baja y dia laboral es complicado. Lo encontramos en Anayo, el pueblo más alto de la ruta. Como la experiencia es un grado y no sabíamos si estaría cerrado, antes de llegar decidimos parar en ésta ya conocida fuente para nosotros porque será la segunda vez que nos refresquemos en ella.

En Anayo cogeremos la AS 258 y a poco más de medio km nos apeamos del asfalto y entramos en una de las zonas que más nos impactó el año pasado. Algunas bajadas están cementadas pero otras tienen mucha piedra y gravilla suelta. Realmente dan miedo porque las bicicletas se ponen locas. La precaución hace que guardemos las cámaras y no hagamos fotos hasta llegar a un rincón del camino que el año pasado nos emocionó de una manera sorpresiva.

Durante unos minutos nos relajamos y disfrutamos del paisaje. Quizás no volvamos nunca más a este lugar y por eso queremos retenerlo en la memoria . Es una panorámica del valle del Piloña, los Picos y el Sueve.

No hay fotografia ni video que le haga justicia porque no se aprecia bien la altura de las montañas que tenemos enfrente. Es un momento para disfrutar.

Salimos del camino a la carretera AS258 que nos lleva  a Borines, un trayecto que disfrutamos muchísimo porque se convierte en un paseo lleno de canciones y risas donde la sombra nos protege.

Poco después salimos a la AS 259  para llegar a Miyares. Aquí tenemos recuerdos un poco encontrados porque en 2014 paramos en el Bar Pili y mientras nos tomábamos unas cervecitas con su correspondiente ración de queso manchego (no había otro) entablamos una agradable conversación con la señora Pilar y un vecino del pueblo. Nos dijeron que no siguiéramos el trazado original del Camín porque era muy trabajoso, muy cuesta arriba y complicado. Tan mal nos lo pintaron que decidimos hacerles caso y bajar hasta la N634 para pedalear comodamente bajando o llaneando hasta nuestro destino de aquel día, Cangas de Onís.

Lo cierto es que nunca una decisión ha pesado tanto en nuestras cabezas (y por eso volvemos unos meses después) porque influenciados por sus palabras nos pusimos límites donde quizás no existieran y dudamos de nuestras capacidades. No hay cosa peor que dar por imposible lo que ni siquiera se ha intentado.

Pretendíamos parar a saludar porque Pilar forma parte de nuestros recuerdos y por lo bien que nos trató pero estaba cerrado.

En este horreo está el desvío que buscamos dirección a La Goleta por un camino vecinal asfaltado que desemboca en la PI-11.

El trayecto es un continuo sube y baja salpicado de pequeñas aldeas. Ni rastro de las complicaciones que nos habían contado.

Ahora nos damos cuenta del gran error que cometimos porque nos perdimos unos paisajes preciosos, una paz y una tranquilidad que la ctra nacional se llevó.

Aquí todo fluye más lento. Nos alegramos de haber vuelto para buscar los tramos perdidos de un Camín a Cuadonga que casi podemos decir que también es nuestro Camín. Empieza a cerrarse el círculo abierto.

La PI -11 nos lleva hasta La Goleta,La Trapa, La Estrada, La Ferrera.

Tras La Ferrera cruzamos el río Cua. Pasamos al lado del circuito de cars de Soto de Dueñas

Atravesamos la N634 por este paso (foto de street wiew) que nos aleja del tráfico para llegar a Casas del Puente y a cruzar el Río Piloña.

Tras cruzar el río nos toca cruzar las vías del tren a las bravas, sin paso a nivel ni control (hicimos fotos pero se han escondido porque no las encontramos).

Tenemos que pedalear por una vereda estrecha y de hierba seca bastante garrapatosa que unos pocos metros después va a parar a lo que hemos aprendido que es una caleya (camino vecinal en mal estado) con piedra caliza suelta y cuesta arriba hasta Villar de Huergo . Tenemos que empujar, pero al menos está desbrozado.

Una vez pasada la caleya salimos a un camino muy rodador y agradecido para pedalear.

SAM_0072

Ahora estamos en un tramo coincidente con el Camino de la Reina, pedaleamos paralelos al Río Piloña y a las vias del tren.

Cuando llegamos al puente por el que habíamos subido a Llames de Parrés con el coche, decidimos ir por la carretera dado que la subida por el camino carece de sombra como comprobamos el primer día y el sol picaba bastante a las doce de la mañana.

La subida se hace cómoda, máxime cuando se tienen árboles que te alivian el sofoco del calor.

Llegamos pronto y nos sentamos a descansar en el porche de la casa rural  La posada de la Venta. Cuando nos disponíamos a llamar para avisar de que estábamos allí, llegó Gaspar y nos ofreció una manguera para limpiar las bicis. Una vez limpias, las dejamos secar en la puerta de la casa sin candar, cosa impensable en nuestra tierra.

Colada, duchas y a comer al restaurante La Roca II.

Por la tarde, paseo turístico y cena en Ribadesella ya que estamos a pocos km y necesitamos ver el mar.

lallamadadelviento@lallamadadelviento.es

Prólogo

En todos los viajes aprendemos cosas y en el último aprendimos que si nuestro corazón nos dice que sigamos adelante con la ruta que nos hemos marcado, aunque oigamos los consejos de la gente del lugar, es mejor no cambiar los planes siempre que las condiciones meteorológicas sean favorables porque nadie mejor que nosotros sabe de nuestra forma física, de nuestra fuerza mental o de si el Evo pasa bien o hay que desmontar las alforjas para acceder a un lugar. No pasa nada por intentarlo, viajar con el equipaje en la bici fuera del asfalto es adaptarse a las circunstancias y afrontar las dificultades cuando se presentan para no descafeinar la aventura. No es hacer el loco, porque lo único que se puede perder es el tiempo, gastar fuerzas y desandar camino dando la vuelta.

Por ese motivo volvemos a Asturias, para completar el círculo que quedó abierto, un viaje inconcluso. Sentíamos que el eje principal desde el que planificamos todo el itinerario había sido movido de una manera injusta.

Y es que hubo dos tramos del Camino de Covadonga que nos recomendaron saltarnos dada su dificultad para pedalear. Nos hablaron de rampas mucho más fuertes de las que habíamos hecho, de paredes insuperables encima de la bici etc y tomamos la equivocada decisión de ir por alternativas más benévolas. Así es que pedaleamos por la carretera, no pudiendo sufrir o reir con sus trampas ni disfrutar de los paisajes que sólo se pueden ver desde dentro de los bosques o del monte.

Ha sido un viaje corto en km pero intenso en emociones. En Asturias siempre nos sentimos como en casa, pero esta ocasión ha sido diferente porque todas las maravillosas personas que hemos conocido nos han hecho sentir parte de los suyos, de sus pueblos, de su vida cotidiana.

Elegimos como inicio y final de la ruta, Llames de Parrés, en la casa de Esther y Gaspar   http://www.laposadadelaventa.com

La casa tiene más de seiscientos años y era el lugar donde se alojaba Jovellanos cuando visitaba la zona ya que pertenecía a su hermana. Está anexa a una antigua venta que en su día fue parada y posta de diligencias, la cual en su interior conserva un escenario de teatro con más de cien años en perfecto estado de conservación y que no ha sido modificado. También ejercía como chigre . Un chigre es un lugar de tertulias y reunión de los vecinos donde también se vende sidra.

Llamés de Parrés es un pueblo pequeño y tranquilo, de gentes sencillas y amables con una población que ronda los cien habitantes. Situado en alto, se puede disfrutar de toda la calma que la naturaleza te proporciona y de unas vistas relajantes de las sierras que lo rodean.

El escenario teatral

Un paseo por los alrededores de la casa. Las fotos no hacen justicia, todo se ve más pequeño

Aqui se juntan el Camino de Covadonga ( Deva – Basílica de Covadonga) y el Camino de la Reina o ruta de las peregrinaciones (Oviedo – Basílica de Covadonga)

Un vídeo del paraiso asturiano.

lallamadadelviento@lallamadadelviento.es