Categoría: Con alforjas
Badajoz – Puebla de Obando
Siempre habíamos tenido la ilusión de salir y llegar a casa con las bicicletas y las alforjas. Así es que a pesar de ola de frío que se avecinaba nos pusimos en marcha el día 26 de Diciembre de 2016.
Primera etapa Badajoz . Villar del Rey. Puebla de Obando. 61 km


Track en Wikiloc: https://es.wikiloc.com/rutas-cicloturismo/badajoz-puebla-de-obando-32871628
Salimos de Badajoz por una de nuestras zonas habituales de entrenamiento en dirección a Valdebotoa por las pistas asfaltadas de la Confederación Hidrográfica de Guadiana. Allí enlazamos con la Cañada Real Sancha Brava hasta Villar del Rey.
Dentro de las muchas cosas buenas que tiene el salir de casa es que conocemos los alrededores y sabemos donde pueden esconderse ratoneras o caminos en muy mal estado. La poca conservación de la cañada hace que sea inciclable en algunos tramos y con alforjas mucho más, pero como iremos paralelos a la carretera podremos evitarlos sobre todo la zona de la finca Campo Verde.


A la Cañada real se puede acceder desde una vereda que sale enfrente de la gasolinera de Gévora pero como ha llovido mucho en los últimos días, decidimos utilizar el asfalto y enlazar después para aprovechar las zonas menos mojadas del camino de tierra.












Queríamos hacer toda la etapa de hoy por camino pero pasados tres km de Villar del Rey nos encontramos con que la Vía pecuaria, camino natural o como lo quieran llamar estaba cortado.
La cancela estaba cosida de arriba abajo por alambre y no teníamos herramientas para romperlo. Cuando enganchamos de nuevo el track en el GPS decidimos no entrar al camino por pura desconfianza. Pero contentos y felices.



Hemos subido una dura cuesta para ahora encontrarnos con el paso cortado. Tuvimos que darnos la vuelta.

Buscamos como alternativa una carretera preciosa, de escaso tráfico que nos llevará hasta la EX 100 para subir al Puerto del Zangano








Esta noche dormiremos en Puebla de Obando, en el Hostal Los Mendez. Un lugar totalmente recomendado por su relación calidad/precio.
Nueva – Llames de Parres
Puentenansa – Nueva
Potes – Puentenansa
Por fin empieza a arreglarse la meteorología aunque esperamos que nos llueva en algún momento.
Hoy pedalearemos todo por asfalto. Durante mucho rato iremos por la frontera con Castilla – León, asi es que entraremos en la provincia de Palencia.
Datos de la ruta
Perfil
Salimos por la ctra C – 184 subiendo directamente otro puerto mítico de la Vuelta ciclista a España, Piedrasluengas. Tiene 29 km de ascensión pero nosotros haremos sólo 26 porque es en ese punto kilométrico donde tenermos el desvio que nos llevará a Puentenansa.
No hay rampas fuertes , mantiene un desnivel bastante cómodo de pedalear con alguna rampita que hace apretar pero sin mucha importancia. El inconveniente que tiene es que es muy largo.
Esta es su altimetria segun la web www.altimetrias.net
En el tramo palentino hay que destacar que el firme de la carretera cambia de una manera sustancial, se pone más rugoso y parcheado. En esta foto se ve perfectamente.
Tenemos por delante 35 km de bajada hasta Puentenansa por la CA 281. Esta vez nos acompaña el río Nansa. Encontramos varios miradores, nosotros paramos en el primero de ellos, El Jabalí,
El cielo se está poniendo bastante feo, tanto que antes de volver a dar pedales ya nos cae alguna gota de agua.
Sentimos muchísimo frío, hasta el punto de que tenemos que parar para abrigarnos bastante más porque el dolor en el pecho se hace casi insoportable.
En el video no podía faltar uno de los varios momentos vaca que vivimos. Para quien no lo sepa, en el Norte del país es bastante usual encontrarse con vacas en la carretera, lo que hace que haya que extremar las precauciones.
Tras quince km de bajada llegamos a un lugar espectacular. El embalse de la Cohilla. Las fotos no le hacen justicia. Tuvimos que irnos pronto porque nos empezó a llover. No pudimos grabar la bajada por culpa de la lluvia, es muy divertida, con un paisaje y un curveo que la hacen espectacular en todos los sentidos.
Al principio sólo eran goterones, pero la lluvia ha ido a más y ahora unida con el frío forma un coctel muy desagradable.
Llegamos empapados y congelados a Puentenansa por lo que decidimos quedarnos a dormir porque tememos que un resfriado rompa el resto del viaje.
Encontramos alojamiento en la Posada de Fidel. Es una casa que data de 1775 que ha sido rehabilitada respetando su arquitectura y manteniendo el estilo cántabro. Nos resulta un poco cara para lo que ofrece puesto que la habitación es pequeña y la decoración demasiado sobria y escasa, pero es lo mejorcito del pueblo.
Por la tarde salimos a dar un paseo por el pueblo y nos pareció un lugar que la crisis se ha llevado por delante porque vimos algún hotel cerrado para siempre y locales de restaurantes en alquiler. Toda una pena.
Este es el río Nansa
Cuando volvíamos de ver la iglesia (por fuera porque estaba cerrada), comenzó a llover de nuevo.
Esperemos que mañana el tiempo cambie y por fin tengamos calor. Nos vamos al mar.
Posada de Valdeón – Potes
Ayer pasamos todo el día descansando ya que en Posada de Valdeón poco se podía hacer, además llovía.
Hemos seguido pendientes de las noticias meteorológicas y cada vez nos encontramos más confundidos. Decidimos parar porque decían que sería el peor día de la ciclogénesis y ahora dicen que será hoy, que no lloverá tanto pero si que padeceremos rachas de viento que superarán los 100 km/h. No se aclaran.
Estamos en una especie de ratonera de la que sólo podemos salir sin despedalear camino, subiendo el Puerto de Pandetrave o empujando la bici por la Senda “Ruta del Cares” en Cain, nueve km más abajo, donde termina la carretera por la que llegamos.
Le ponemos valor y nos vamos. Iremos decidiendo sobre la marcha.
Segundo día de pedaleo y volvemos a modificar la planificación del viaje, pero la seguridad es lo primero.
Datos de la ruta
Posada de Valdeón – Potes 46km
Datos grabados con Twonav Anima Plus
Perfíl
Mientras desayunábamos vimos que se acercaban unas nubes bastante feas y llenas de agua pero no les dimos la importancia que tenían y cuando llevábamos pedaleado sólo un km (endiablado por el desnivel) se iba a poner a llover con tanta fuerza que tuvimos que volver al pueblo y refugiarnos en los soportales de la iglesia.
Salimos subiendo directamente al Puerto de Pandetrave por la ctra LE 2703. Nos salieron algo más de 11 km de ascensión. Los primeros tres y medio que separan Posadas de Valdeón de Santa Marina de Valdeón son muy duros. Tiene unas rampas infernales con un porcentaje sostenido del 12 – 13% y picos del 15 -16% según las altimetrías que hemos comprobado después.
A todo ese desnivel hay que sumarle un elemento que nos complica la vida y mucho, es el viento de frente con rachas de 85 km /h que en alguna ocasión nos sacó de la carretera hacia el guardarraíl.
Una vez pasado este tramo la pendiente se suaviza y nos permite ir cómodos, ronda el 6 % . El curveo y los árboles nos protegen bastante del viento. Es una subida preciosa.
Cuando llegamos a cota de puerto, nos encontramos con unas rachas de viento que incluso llegan a tirar una de las bicis y darle la vuelta al Evo II. El ruido nos impresiona. No conseguimos mantener la mano quieta para grabar.
Tenemos un conflicto. No sabemos si tomar el desvío que buscamos hacia la Horcada de Valcabao u optar por la opción que desbarataría todos nuestros planes y que no es otra que bajar por la carretera hasta Portilla de la Reina, pero el viento es tan intenso que sería muy peligroso ir por asfalto porque nos entraría de frente y de costado.
Este viaje lo hemos planificado para bajar desde la Horcada de Valcabao hasta Fuente De, justo al contrario de como lo hicimos el año pasado y después subir hasta Sotres por camino. Estar aquí y no poder hacerlo supone una frustración bastante importante.
Mientras que decidíamos que hacer vimos que bajaba por el camino de acceso a la Horcada el coche de los guardas forestales . Nos informaron que el camino estaba seco y ciclable pero que arriba hacía muchísimo aire, que las rachas superaban con creces los 100 km/h.
Lo cierto es que no nos lo pensamos mucho, si el camino está bien, llevamos el viento a favor y el cielo no amenaza lluvia, se puede hacer. Conocemos el terreno y sabemos que una vez hagamos cota, la propia montaña nos protegerá.
Desde Pandetrave hasta la Horcada sólo hay que subir 3.5 km y después casi todo es bajada hasta Fuente De.
Comenzamos la subida por lo que se llama el camino del collado de Remoña y nos resultó muy emocionante y divertida, nunca antes habíamos sentido el viento como un aliado tan fiel. Nos empuja de tal manera que a veces tememos perder el control de la bici.
En esta foto se ven Posadas de Valdeón y Santa Marina de Valdeón.
No sabemos que poder de atracción tienen los Urrieles, pero el caso es que de nuevo estamos aquí difrutándolos, viviéndolos ..
Cuando llegamos arriba justo donde está el cartel , hace un viento tan fuerte que apenas podemos sostenernos en pie. No podemos hacerle la foto a las bicis, así es que las ponemos en el suelo y a duras penas conseguimos inmortalizar el momento. Tres segundos de sujeción al letrero para no caer.
Lo bueno es que bajando sólo 30 metros ya estamos de nuevo protegidos. Ahora sólo tenemos que salvar una zona sin arboleda en la que no sabemos por donde nos puede zarandear el aire.
Bajamos sin problemas, tranquilos, absorbiendo toda la energía de estas montañas, sintiéndolas. Hay alguna que otra cuesta que subir pero no son problemáticas.
A medida que vamos bajando recordamos lo duro que nos resultó subir por aquí el año pasado y entendemos por qué tuvimos que empujar tanto. Hay zonas que dan vértigo.
El cielo empieza a enmarañarse y antes de terminar la bajada ya nos estaba chispeando y los nubarrones negros empiezan a adueñarse de las cumbres.
Estamos en Fuente De, un lugar lleno de turistas en busca del teleférico.
Paramos a comer y a decidir por donde seguir. Nuestra primera opción es bajar hasta Espinama y desde allí subir por camino hasta Sotres, el pueblo más alto de Asturias, pero la climatología no admite juegos ni perdona un error, así es que una vez más tenemos que modificar los planes, seguiremos bajando hasta Potes para retomar nuestro planteamiento más adelante en Pesaguero.
Tenemos 26 km de bajada por delante, por la misma carretera que subimos en 2014 , la CA 185 (estamos en Cantabria) acompañados por el río Deva, que nace en Fuente De. Como es la hora de comer, está tranquila y no hay apenas tráfico. Bajamos muy deprisa, las bicis se ponen locas porque en muchos lugares el desnivel es considerable y de nuevo volvemos a tomar consciencia del esfuerzo del año pasado.
Ahora vamos cómodos, pero subiendo es muy duro porque además, mientras pedaleas no tienes una percepción óptica que acompañe a la pendiente.
A medida que bajamos el frío va desapareciendo y hasta hay zonas de sol en las que sentimos su calor. Cuando llegamos a Potes, hace una tarde maravillosa.
Paramos para seguir decidiendo, tenemos fuerzas para llegar hasta Pesaguero e intentar remendar el roto que le hemos hecho hoy a la ruta pero tenemos tan buenos recuerdos de Potes que decidimos dormir aquí si tenemos suerte de encontrar una habitación libre en Casa Cayo http://www.casacayo.com/ lugar donde dormimos el año pasado. Y la tuvimos, así es que desmontamos todos los bártulos y nos quedamos. Su trato es excelente y las habitaciones son estupendas. Su restaurante también es totalmente recomendable, esta vez no podremos cenar allí porque está cerrado, pero nos dan una alternativa que tampoco está nada mal, el Asador Llorente.
Esta vez encontramos un Potes mucho más tranquilo, con menos turistas, por lo que pudimos pasear por sus calles sin tanto bullicio. Nosotros lo llamamos la pequeña Compostela dada la semejanza con la capital gallega.
En el monasterio de Santo Toribio de Liébana, termina el camino lebaniego. Para quien no lo sepa, Potes es uno de los siete sitios del mundo donde se puede ganar el jubileo y está dentro de los más antiguos, ya que su bula papal fue concedida en la edad media.
Vistas desde el Hotel
Tarde de copas en el Café -Pub La Barrica, cervezas y cena el Asador.
Por todo lo vivido, hoy será un día inolvidable.
Llames de Parres – Posada de Valdeón
Villaviciosa – Llames de Parrés
Hoy también hemos madrugado a pesar de tener una etapa corta. Volvemos al punto de partida, Llames de Parrés.
Como Villaviciosa es pueblo peregrino, mientras que buscamos un bar para desayunar nos encontramos a varios caminantes con sus mochilas a cuestas.
Hoy pedalearemos por los concejos de Villaviciosa, Piloña y Parres.
Salimos por la carretera AS-225 .
En Amandi a poco más de un km, el Camino de Covadonga se separa del Camino del Norte. Dada de la escasez de peregrinaje hacia la Santina, no volveremos a encontrarnos con nadie más. La bifurcación está en la capilla de San Juan .
El camino no es el que se ve detrás sino otro pedregoso que está a la izquierda.
Desde el inicio nos adentramos en plena naturaleza compartiendo itinerario con la ruta de los Molinos del Profundu durante unos cientos de metros.
Ni siquiera se nos han calentado los músculos y ya sabemos que tenemos que empujar, pero es curioso como la memoria graba los recuerdos porque todo el tramo de la ribera del arroyo de Puente Coro se nos hace mucho más corto, lo mismo que la subida a Coro que además se nos hace menos empinada (este año está más limpia de matojos). Mucho tiene que ver la forma física

Este lugar se llama Malpasu y es una zona donde el agua entra libre al camino.
La ladera del monte Sama se sube por un sendero flanqueado de árboles y con multitud de raices que dificultan el ascenso. Este empinado tramo termina en un camino más amable y ciclable.
Paramos a descansar cinco minutos y hacemos esta foto en el mismo lugar del año pasado
Ahora vamos por un falso llano y podemos pedalear agusto. El camino nos saca a una pista cementada con fuerte pendiente. La foto es del final. Justo donde se ve la valla electrificada hay un cartel que te desvía a la izquierda.
Giramos y vuelta a empujar por una especie de tunel verde lleno de zarzas, ortigas, bastante resbaladizo y con una pendiente considerable al final, eso si, la temperatura baja con la humedad.
Nos lleva directamente a Cuetobaxo y a la carretera AS-332 que sube a Breceña y a Sietes (El famoso pueblo de Windows).
Buscamos algún bar que esté abierto, pero por las mañanas en temporada baja y dia laboral es complicado. Lo encontramos en Anayo, el pueblo más alto de la ruta. Como la experiencia es un grado y no sabíamos si estaría cerrado, antes de llegar decidimos parar en ésta ya conocida fuente para nosotros porque será la segunda vez que nos refresquemos en ella.
En Anayo cogeremos la AS 258 y a poco más de medio km nos apeamos del asfalto y entramos en una de las zonas que más nos impactó el año pasado. Algunas bajadas están cementadas pero otras tienen mucha piedra y gravilla suelta. Realmente dan miedo porque las bicicletas se ponen locas. La precaución hace que guardemos las cámaras y no hagamos fotos hasta llegar a un rincón del camino que el año pasado nos emocionó de una manera sorpresiva.
Durante unos minutos nos relajamos y disfrutamos del paisaje. Quizás no volvamos nunca más a este lugar y por eso queremos retenerlo en la memoria . Es una panorámica del valle del Piloña, los Picos y el Sueve.
No hay fotografia ni video que le haga justicia porque no se aprecia bien la altura de las montañas que tenemos enfrente. Es un momento para disfrutar.
Salimos del camino a la carretera AS258 que nos lleva a Borines, un trayecto que disfrutamos muchísimo porque se convierte en un paseo lleno de canciones y risas donde la sombra nos protege.
Poco después salimos a la AS 259 para llegar a Miyares. Aquí tenemos recuerdos un poco encontrados porque en 2014 paramos en el Bar Pili y mientras nos tomábamos unas cervecitas con su correspondiente ración de queso manchego (no había otro) entablamos una agradable conversación con la señora Pilar y un vecino del pueblo. Nos dijeron que no siguiéramos el trazado original del Camín porque era muy trabajoso, muy cuesta arriba y complicado. Tan mal nos lo pintaron que decidimos hacerles caso y bajar hasta la N634 para pedalear comodamente bajando o llaneando hasta nuestro destino de aquel día, Cangas de Onís.
Lo cierto es que nunca una decisión ha pesado tanto en nuestras cabezas (y por eso volvemos unos meses después) porque influenciados por sus palabras nos pusimos límites donde quizás no existieran y dudamos de nuestras capacidades. No hay cosa peor que dar por imposible lo que ni siquiera se ha intentado.
Pretendíamos parar a saludar porque Pilar forma parte de nuestros recuerdos y por lo bien que nos trató pero estaba cerrado.
En este horreo está el desvío que buscamos dirección a La Goleta por un camino vecinal asfaltado que desemboca en la PI-11.
El trayecto es un continuo sube y baja salpicado de pequeñas aldeas. Ni rastro de las complicaciones que nos habían contado.
Ahora nos damos cuenta del gran error que cometimos porque nos perdimos unos paisajes preciosos, una paz y una tranquilidad que la ctra nacional se llevó.
Aquí todo fluye más lento. Nos alegramos de haber vuelto para buscar los tramos perdidos de un Camín a Cuadonga que casi podemos decir que también es nuestro Camín. Empieza a cerrarse el círculo abierto.
La PI -11 nos lleva hasta La Goleta,La Trapa, La Estrada, La Ferrera.
Tras La Ferrera cruzamos el río Cua. Pasamos al lado del circuito de cars de Soto de Dueñas
Atravesamos la N634 por este paso (foto de street wiew) que nos aleja del tráfico para llegar a Casas del Puente y a cruzar el Río Piloña.
Tras cruzar el río nos toca cruzar las vías del tren a las bravas, sin paso a nivel ni control (hicimos fotos pero se han escondido porque no las encontramos).
Tenemos que pedalear por una vereda estrecha y de hierba seca bastante garrapatosa que unos pocos metros después va a parar a lo que hemos aprendido que es una caleya (camino vecinal en mal estado) con piedra caliza suelta y cuesta arriba hasta Villar de Huergo . Tenemos que empujar, pero al menos está desbrozado.
Una vez pasada la caleya salimos a un camino muy rodador y agradecido para pedalear.
Ahora estamos en un tramo coincidente con el Camino de la Reina, pedaleamos paralelos al Río Piloña y a las vias del tren.
Cuando llegamos al puente por el que habíamos subido a Llames de Parrés con el coche, decidimos ir por la carretera dado que la subida por el camino carece de sombra como comprobamos el primer día y el sol picaba bastante a las doce de la mañana.
La subida se hace cómoda, máxime cuando se tienen árboles que te alivian el sofoco del calor.
Llegamos pronto y nos sentamos a descansar en el porche de la casa rural La posada de la Venta. Cuando nos disponíamos a llamar para avisar de que estábamos allí, llegó Gaspar y nos ofreció una manguera para limpiar las bicis. Una vez limpias, las dejamos secar en la puerta de la casa sin candar, cosa impensable en nuestra tierra.
Colada, duchas y a comer al restaurante La Roca II.
Por la tarde, paseo turístico y cena en Ribadesella ya que estamos a pocos km y necesitamos ver el mar.
Nava – Villaviciosa
Hoy es el día en el que enlazamos con el Camino de Covadonga, justo en uno de los tramos que nos indicaron que no deberiamos hacer en bicicleta y eso provoca que las sensaciones sean diferentes al levantarnos.
Tenemos una vivacidad distinta y muchas ganas de divertirnos. Cada persona tiene sus prioridades y donde otros encuentran un padecimiento prescindible para nosotros forma parte importante de la chispa de los retos.
Además es un trazado que hemos personalizado para visitar la Asturias más rural, la que vive paralela al turismo y se dedica sobre todo a las explotaciones de ganado vacuno y al cultivo de manzanas para la sidra.
Si nos desplazamos por carretera sólo nos separan poco más de 20 km del punto final pero al subir al monte la distancia multiplica por más del doble . Lo que podría ser un paseo se convierte en un terreno rompepiernas con unas vistas increibles.
La cafeteria del Hotel abre a las cinco y veinte de la mañana, lo que nos permite madrugar para llegar pronto a la inquieta y peregrina Villaviciosa.
Hace bastante niebla y fresco pero preferimos esta temperatura para pedalear sobre todo cuando el terreno se ponga cuesta arriba.
Tomamos la AS-250 hasta desviarnos 8 km después por la SR1 o camino de la Carcaba hacia La Vega y El Fresno dirección el Monte Deva, que es la variante del Camino del Norte para los que quieren pasar por Oviedo.
Todo el trayecto está salpicado de pequeñas aldeas. Nos llama la atención que las casas y todas las naves o recintos donde guardan los aperos de labranza o cuidado del ganado están abiertos, al alcance de cualquiera que pase y sea de mano distraida.
Tanto en Llames de Parrés como en Nava nos comentaron que allí todavía se hace la vida de antes, donde todos se conocen, confian y ayudan. Una situación que nos produce verdadera nostalgia porque así lo recordamos durante nuestra niñez en el pueblo. Las casas siempre tenían las puertas abiertas y eso proyectaba un chorro de tranquilidad que ventilaba el ambiente y nos hacía mejores vecinos. Ahora eso es algo impensable, hasta en el poblado más escondido.
La primera foto del día la hacemos en la Capilla del Carmen de Paraes.
Hace niebla y aunque empañe los paisajes para nosotros es como una energía liberadora que nos aleja de las tierras secas, de los páramos y eriales quemados por el sol ofreciéndonos en cada respiración el alivio que tanto nuestro cuerpo como nuestra mente necesitan.
Tal y como nos pasó ayer, no tenemos que subir grandes montañas pero algunas rampas nos hacen sudar y mucho por su porcentaje. El terreno es un sube y baja continuo. Mientras pedaleamos no somos conscientes del desnivel que comprobamos cuando llegamos arriba. Las aldeas se vuelven pequeñas en pocos metros y nosotros nos convertimos en receptores privilegiados de lo verdaderamente importante, sutil y básico de la vida.
Pasamos La Vega y varias aldeas después nos encontramos con la subida al Monte Deva. Nos dirigimos a su área recreativa por una pista ancha muy rodadora.
La niebla sigue acompañándonos. En las zonas más altas se pone más pesada e incluso moja produciendo bastante frío en las cortas bajadas.
Bajamos del Monte Deva y enganchamos con el Camino de Covadonga. Una de las zonas prohibidas el año pasado.
Es un camino en bajada, pedregoso, empinado y en muy mal estado. También estaba un poco encharcado por algún riachuelo. Es un tramo inciclable.
Tenemos que empujar si o si. Cuando salimos llaneamos por una pista vecinal asfaltada.
Tras el descanso, dejamos el asfalto para entrar en un camino de hierba y volvemos a empujar por el desnivel. No se aprecia en la foto pero si os fijais bien en la posición de Paco, lo vereis mejor.
Hemos encontrado una alternativa en wikiloc para evitar una zona muy técnica y problemática que nos conecta directamente con el Camino de Santiago. Se supone que es aconsejable para los que vamos en bici.
Video saliendo de ese tramo lleno de ortigas. La opción es dura, muy cuesta arriba y de nuevo no ciclable.
Salimos a la carretera VV8 ya en el concejo de Villaviciosa, subimos mucho y unos km después nos encontramos a una peregrina que aun estaba recuperándose de la subida que nosotros teníamos que hacer en bajada. Nos la describe como extrema, dificil y dura pero no nos asusta.
Se nota la afluencia de peregrinos del camino del Norte. Pedaleamos por un tramo coincidente de ambas rutas.
La bajada es compleja, muy técnica y llevar equipaje es un hándicap dificil de manejar, por ello no hicimos apenas fotos.
Aquí tuvimos el único percance del viaje. Paco intentó no bajarse de la bici a pesar de la inciclabilidad y salió despedido al perder el control en una de las grandes piedras que alfombraban el suelo . Afortunadamente sólo fue un susto, su musculatura absorvió el golpe.
Siempre decimos que no sabemos en que se basan los trazadores de caminos de peregrinación para traer a la gente a determinados lugares. No nos creemos que sea el trazado original (ya que en el caso de los caminos a Santiago han sido modificados a lo largo de la historia) porque no es muy probable que los antiguos viajeros eligieran estas ratoneras pudiendo escoger otras más benignas.
La zona entre Deva y Villaviciosa es muy peligrosa para los caminantes, tanto por la pendiente que podría desestabilizarlos con el peso de sus mochilas como por el elevado peligro de sufrir caidas, torceduras en los tobillos o esguinces.
Ahora entendemos por qué el año pasado nos aconsejaron evitar esta zona, pero lo cierto es que la hemos bregado con solvencia a pesar del susto. Nos reafirmamos en nuestra forma de pensar en cuanto a afrontar zonas difíciles porque son salvables con mayor o menor esfuerzo, lo que nunca hay que perder es el respeto a la naturaleza y a sus trampas.
Una vez superado este tramo volvemos al asfalto y llegamos facilmente a Villaviciosa porque la tendencia sigue siendo a bajar.
Nos alojamos en “El Conventín”, un económico, pequeño, tranquilo y bonito hotel. Muy limpio, todo está como nuevo. Las bicicletas quedan perfectamente guardadas en su garaje.
Comimos y cenamos en el restaurante Trebede . Muy buena comida y la atención de diez. https://www.facebook.com/pages/Tr%C3%A9bede/972954452766455
DATOS DE LA RUTA
Track Wikiloc http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=10171018