Badajoz – Salamanca

Badajoz – Puebla de Obando

Salimos de Badajoz por una de nuestras zonas habituales de entrenamiento en dirección a Valdebotoa por las pistas asfaltadas de la Confederación Hidrográfica de Guadiana. Allí enlazamos con la Cañada Real Sancha Brava hasta Villar del Rey.

Dentro de las muchas cosas buenas que tiene el salir de casa es que conocemos los alrededores y sabemos donde pueden esconderse ratoneras o caminos en muy mal estado. La poca conservación de la cañada hace que sea inciclable en algunos tramos y con alforjas mucho más, pero como iremos paralelos a la carretera podremos evitarlos sobre todo la zona de la finca Campo Verde.

A la Cañada real se puede acceder desde una vereda que sale enfrente de la gasolinera de Gévora pero como ha llovido mucho en los últimos días, decidimos utilizar el asfalto y enlazar después para aprovechar las zonas menos mojadas del camino de tierra.

Ermita Ntra Sra de Botoa
Al fondo, Villar del Rey

 

Queríamos hacer toda la etapa de hoy por camino pero pasados tres km de Villar del Rey nos encontramos con que la Vía pecuaria, camino natural o como lo quieran llamar estaba cortado.

La cancela estaba cosida de arriba abajo por alambre y no teníamos herramientas para romperlo. Cuando enganchamos de nuevo el track en el GPS decidimos no entrar al camino por pura desconfianza. Pero contentos y felices.

Hemos subido una dura cuesta para ahora encontrarnos con el paso cortado. Tuvimos que darnos la vuelta.

Buscamos como alternativa una carretera preciosa, de escaso tráfico que nos llevará hasta la EX 100 para subir al Puerto del Zangano.

La inmensidad de la dehesa se pierde en el horizonte

Esta noche dormiremos en Puebla de Obando, en el Hostal Los Mendez. Un lugar totalmente recomendado por su relación calidad/precio.

Sabrosa carne a la brasa

lallamadadelviento@lallamadadelviento.es

Nueva – Llames de Parres

 

Nueva-Llames (2)

Wikiloc

http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=11433209

Hoy pedalearemos por los concejos de Llanes, Ribadesella y Llames. Será una etapa corta. La primera parte por caminos de tierra y la segunda por asfalto.

Nueva está fuera de nuestra ruta, así es que tenemos que buscar la senda costera. La encontramos pedaleando durante algo más de dos km por la carretera  la AS340. Vamos paralelos a la ria de Nueva pero los árboles no nos dejan verla. En la sombra hace bastante fresco.

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Tenemos un paisaje muy parecido al de ayer, evitamos bajar a algunas playas porque el terreno está plagado de cazadores con sus perros. Lo mejor es no salirse del camino.

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Pasamos por El Pandu, El Cuetu, Garaña y Llames.

Poco después de Llames encontramos el Camino de Santiago, seguiremos por él hasta Ribadesella. Nos llama la atención los pocos peregrinos que encontramos, sólo un par de parejas caminando.

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Hace un día estupendo y como no tenemos prisa,  descansamos un rato en un banco del paseo del puerto comíendonos unos hojaldres.

Queremos ir a ver la Cueva del Agua o Cuevona en el pueblo de Cuevas, para ello dejamos el camino de Santiago y salimos de Ribadesella por la avda de la Cueva de Tito Bustillo, seguimos por RS-2. pasamos por La Llosona, La Granda y Sardalla.

Más o menos a la altura de La Granda tenemos una subida de cuatro km aproximadamente que nos hace sudar bastante, pero también tenemos una generosa bajada. No paramos a hacer ninguna foto pero grabamos un video de la llegada y el paso por la Cuevona.

https://youtu.be/7UyQ-JF9CG4
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Del pueblo sólo se puede salir despedaleando camino por la Cuevona o por este puente que cruza el Río Sella y nos lleva a la N634

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Hasta Llames de Parres seguiremos la N634. No nos hace mucha gracia pero es la alternativa más rápida y el tráfico aunque va en aumento, es asumible.

Para colofón tenemos la subida desde la ctra nacional hasta Llames de Parres. Es bastante dura si llevas peso en la bici. Son  100 metros de desnivel en un km.

Como hemos adelantado un día nuestro regreso por culpa de la ciclogénesis no nos podemos quedar en la Posada de la Venta porque tiene todo reservado pero teníamos que volver al pueblo a recoger el coche.

Llegamos muy sudados. Empezamos a recoger las bicis y le pedimos el favor a Gaspar de lavarnos al menos la cara, pero al final nos ofreció ducharnos. Todas las palabras de agradecimiento serían pocas.

Nos despedimos y nos marchamos a una aldea de Arriondas, Cuadroveña, al Hotel Rural Cuadroveña  , donde hemos encontrado una muy buena oferta con el descenso del Sella en canoa incluido para mañana.

La palabra Hotel quizás le quede un poco grande porque la habitación es muy justita, nos recuerda a cualquier hostal de carretera, pero al menos está limpio y tiene un buen patio donde podemos tender la ropa, comer y relajarnos. Muy buen trato. Lo que nos sorprendió muy gratamente fue su desayuno tipo buffet. En lugares mucho más caros nos han ofrecido la tercera parte de lo que podíamos elegir.

Vistas desde el aparcamiento del hotel.

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El patio y el jardín están decorados con bicicletas antiguas.

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Colorín colorado este viaje se ha acabado.

 

Puentenansa – Nueva

Hoy salimos de las comarcas cántabras  para volver a pedalear por el concejo de Llanes  en Asturias.

Datos de la ruta

Puentenansa.Nueva

Perfil

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No tenemos ninguna prisa ni hemos marcado un punto de destino, tampoco hemos reservado habitación, así es que nos dejaremos llevar por el viaje y disfrutaremos de la ruta mucho más inténsamente.

Salimos pedaleando por la CA-181 durante 20 km. Dejamos atrás la comarca del Saja – Nansa y entramos en la de la Costa Occidental de Cantabria.

La CA-181 desemboca en la N634, en pleno camino de Santiago (camino del Norte) justo al lado de Pesués. Un poco antes, pasando Muñorrodero encontramos la confluencia entre nuestro itinerario y la ruta jacobea.

Saliendo de Pesués, podemos volver a pedalear por caminos y dejar el asfalto.

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Empezamos a ver peregrinos, algunos empujan la bici pero nosotros llegamos bastante rápido a Unquera.

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Pedalear junto al mar Cantábrico con un día de sol tan espectacular es el mejor premio que podíamos recibir.

Salimos de Unquera por la AS 344 hasta Colombres abandonando el camino de Santiago  y de Colombres seguimos por el Camino de las Riegas hasta poco antes de La Franca. Visitamos su playa.

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Ahora no hay más remedio que ir por la N634 durante unos cinco km hasta que encontramos el desvío hacía Pendueles. Aqui tomamos la senda costera GR-E-9 (altenativa del camino del Norte) que nos lleva hasta Llanes. Empieza la verdadera diversión.

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Playa de Vidiago

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Mirador del Río Purón.

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Hisilicon Balong
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En Andrín tomamos la LLN-2 que sube hasta el mirador de la Playa de la Ballota, lugar donde aprovechamos para comer.

Comimos en esta mesa y con unas vistas inmejorables.

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La senda nos lleva a la Ermita del Cristo del Camino pero antes hay que subir el Alto de Cue. Nos hace empujar en los últimos metros.

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Una vista de LLanes

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Ermita del Cristo del Camino

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Una vez subido el alto, la bajada se convierte en vertiginosa en algunos tramos y disfrutona en la mayor parte.

Atravesamos Llanes sin pena ni gloria, encontramos mucho bullicio y turismo. Sólo nos tomamos una lata de refresco sentados en el banco de una plaza.

Continuamos hacia Poo por la AS263  y allí elegimos  la Senda de Celorio que nos lleva hasta su monasterio.

Está de marcada de esta manera, pensamos que podrían haberse esmerado un poco y haber puesto hacia donde lleva y de que ruta se trata.

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Playa de Poo

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Celorio tiene varias playas , en una de ellas, la senda atraviesa directamente por la arena.

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Playa del Borizu

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La única opción para salir de Celorio cerca del mar es ir por la LLn9  hasta Barro donde se convierte en la LLN10 (tramo coincidente con el camino de Santiago).

Iglesia Nuestra Señora de los Dolores de Barro

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Pasamos por Niembru y Bricia para llegar a la playa de San Antolín

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Aquí el Camino del Norte va hacia el interior pero nosotros continuaremos pegados al mar porque queremos ver la Playa de Gulpiyuri ya que está declarada como monumento natural. No tiene más ce 50 metros de longitud. El agua entra a ella a través de un tunel que hay entre las rocas por lo que podemos ver la playa pero no el mar.

Cuando llegamos la marea está baja y no podemos verla en todo su esplendor. Hay bastantes turistas.

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Continuamos divirtiéndonos por la senda costera

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Capilla de Santa Olaya

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Tenemos suerte de que la marea esté baja porque de lo contrario nos hubieramos tenido que mojar cargando las bicis ya que la senda queda inundada. Justo aquí es la desembocadura del rio Cecilio.

Hisilicon Balong
Hisilicon Balong
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El camino es realmente fantástico para rodar ,casi no sentimos cansancio. En las montañas, el tiempo se está poniendo feo.

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No encontramos alojamiento ni en Hontoria ni en Ovio, asi es que nos desviamos de la senda y llegamos a Nueva.

No pudimos elegir mejor, dormiremos en el Hotel Luna del Valle, en la habitación de Alejandro Magno. Un lugar precioso y acogedor.   Guardamos las bicis con nosotros. Nos dieron una suite a precio de una normal para que tuviéramos más espacio. Un trato excelente.

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Nos aconsejaron una sidreria para cenar en el camino de la playa a poco más de 500 metros del Hotel pero cuando llegamos allí había mucho bullicio de niños y regresamos al pueblo. No queremos ruidos. Cenamos en la sidreria Muros, justo al lado del hotel.

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Hoy ha sido un día perfecto, no le podemos pedir más.

Mañana regresamos al punto de inicio, Llames de Parres.

Potes – Puentenansa

Altimetria Piedrasluengas www.altimetrias.net

Por fin empieza a arreglarse la meteorología aunque esperamos que nos llueva en algún momento.

Hoy pedalearemos todo por asfalto. Durante mucho rato iremos por la frontera con Castilla – León, asi es que entraremos en la provincia de Palencia.

Salimos por la ctra C-184 subiendo directamente otro puerto mítico de la Vuelta ciclista a España, Piedrasluengas. Tiene 29 km de ascensión pero nosotros haremos sólo 26 porque es en ese punto kilométrico donde tenermos el desvio que nos llevará a Puentenansa.

No hay rampas fuertes , mantiene un desnivel bastante cómodo de pedalear con alguna rampita que hace apretar pero sin mucha importancia. El inconveniente que tiene es que es muy largo.

Lista para salir puerta Casa Cayo
Carretera C-184

En el tramo palentino hay que destacar que el firme de la carretera cambia de una manera sustancial, se pone más rugoso y parcheado. En esta foto se ve perfectamente.

Tenemos por delante 35 km de bajada hasta Puentenansa por la CA 281. Esta vez nos acompaña el río Nansa. Encontramos varios miradores, nosotros paramos en el primero de ellos, El Jabalí,

El cielo se está poniendo bastante feo, tanto que antes de volver a dar pedales ya nos cae alguna gota de agua.

Sentimos muchísimo frío, hasta el punto de que tenemos que parar para abrigarnos bastante más porque el dolor en el pecho se hace casi insoportable.

En el video no podía faltar uno de los varios momentos vaca que vivimos. Para quien no lo sepa, en el Norte del país es bastante usual encontrarse con vacas en la carretera, lo que hace que haya que extremar las precauciones.

Tras quince km de bajada llegamos a un lugar espectacular. El embalse de la Cohilla. Las fotos no le hacen justicia. Tuvimos que irnos pronto porque nos empezó a llover. No pudimos grabar la bajada por culpa de la lluvia, es muy divertida, con un paisaje y un curveo que la hacen espectacular en todos los sentidos.

Al principio sólo eran goterones, pero la lluvia ha ido a más y ahora unida con el frío forma un coctel muy desagradable.

Llegamos empapados y congelados a Puentenansa por lo que decidimos quedarnos a dormir porque tememos que un resfriado rompa el resto del viaje.

Encontramos alojamiento en la Posada de Fidel.  Es una casa que data de 1775  que ha sido rehabilitada respetando su arquitectura y manteniendo el estilo cántabro. Nos resulta un poco cara para lo que ofrece puesto que la habitación es pequeña y la decoración demasiado sobria y escasa, pero es lo mejorcito del pueblo.

Por la tarde salimos a dar un paseo por el pueblo y nos pareció un lugar que la crisis se ha llevado por delante porque vimos algún hotel cerrado para siempre y locales de restaurantes en alquiler. Toda una pena.

El río Nansa está bastante bajo

Cuando volvíamos de ver la iglesia (por fuera porque estaba cerrada), comenzó a llover de nuevo.

Esperemos que mañana el tiempo cambie y por fin tengamos calor.

Nos vamos al mar.

lallamadadelviento@lallamadadelviento.es

Posada de Valdeón – Potes

Posada de Valdeón – Potes 46km

Datos grabados con Twonav Anima Plus

Ayer pasamos todo el día descansando ya que en Posada de Valdeón poco se podía hacer porque llovía.

Hemos seguido pendientes de las noticias meteorológicas y cada vez nos encontramos más confundidos. Decidimos parar porque decían que sería el peor día de la ciclogénesis y ahora dicen que será hoy, que no lloverá tanto pero si que padeceremos rachas de viento que superarán los 100 km/h.

Estamos en una especie de ratonera de la que sólo podemos salir sin despedalear camino, subiendo el Puerto de Pandetrave o empujando la bici por la Senda “Ruta del Cares” en Cain, nueve km más abajo, donde termina la carretera por la que llegamos.

Le ponemos valor y nos vamos. Iremos decidiendo sobre la marcha.

Mientras desayunábamos vimos que se acercaban unas nubes bastante feas y llenas de agua pero no les dimos la importancia que tenían y cuando llevábamos pedaleado sólo un km de endiablado desnivel se puso a llover con tanta fuerza que tuvimos que volver al pueblo y refugiarnos en los soportales de la iglesia.

Salimos subiendo directamente al Puerto de Pandetrave por la ctra LE 2703. Nos salieron algo más de 11 km de ascensión. Los primeros tres y medio que separan Posadas de Valdeón de Santa Marina de Valdeón son muy duros. Tiene unas rampas infernales con un porcentaje sostenido del 12 – 13% y picos del 15 -16% según las altimetrías que hemos comprobado después.

A todo ese desnivel hay que sumarle un elemento que nos complica la vida y mucho, es el viento de frente con rachas de 85 km /h que en alguna ocasión nos sacó de la carretera hacia el guardarraíl.

Una vez pasado este tramo la pendiente se suaviza y nos permite ir cómodos, ronda el 6 % . El curveo y los árboles nos protegen bastante del viento. Es una subida preciosa.

Cuando llegamos a cota de puerto, nos encontramos con unas rachas de viento que incluso llegan a tirar una de las bicis y darle la vuelta al Evo II. El ruido nos impresiona. No conseguimos mantener la mano quieta para grabar.

Tenemos un conflicto. No sabemos si tomar el desvío que buscamos hacia la Horcada de Valcabao u optar por la opción que desbarataría todos nuestros planes y que no es otra que bajar por la carretera hasta Portilla de la Reina, pero el viento es tan intenso que sería muy peligroso ir por asfalto porque nos entraría de frente y de costado.

Este viaje lo hemos planificado para bajar desde la Horcada de Valcabao hasta Fuente De, justo al contrario de como lo hicimos el año pasado y después subir hasta Sotres por camino. Estar aquí y no poder hacerlo supone una frustración bastante importante.

Mientras que decidíamos que hacer vimos que bajaba por el camino de acceso a la Horcada el coche de los guardas forestales . Nos informaron que el camino estaba seco y ciclable pero que arriba hacía muchísimo aire, que las rachas superaban con creces los 100 km/h.

Lo cierto es que no nos lo pensamos mucho, si el camino está bien, llevamos el viento a favor y el cielo no amenaza lluvia, se puede hacer. Conocemos el terreno y sabemos que una vez hagamos cota, la propia montaña nos protegerá.

Desde Pandetrave hasta la Horcada sólo hay que subir 3.5 km y después casi todo es bajada hasta Fuente De.

Comenzamos la subida por lo que se llama el camino del collado de Remoña y nos resultó muy emocionante y divertida, nunca antes habíamos sentido el viento como un aliado tan fiel.  Nos empuja de tal manera que a veces tememos perder el control de la bici.

Al fondo Posadas de Valdeón y Santa Marina de Valdeón

No sabemos que poder de atracción tienen los Urrieles, pero el caso es que de nuevo estamos aquí difrutándolos, viviéndolos ..

Cuando llegamos arriba justo donde está el cartel , hace un viento tan fuerte que apenas podemos sostenernos en pie. No podemos hacerle la foto a las bicis, así es que las ponemos en el suelo y a duras penas conseguimos inmortalizar el momento. Tres segundos de sujeción al letrero para no caer.

Lo bueno es que bajando sólo 30 metros ya estamos de nuevo protegidos. Ahora sólo tenemos que salvar una zona sin arboleda en la que no sabemos por donde nos puede zarandear el aire.

Bajamos sin problemas, tranquilos, absorbiendo toda la energía de estas montañas, sintiéndolas. Hay alguna que otra cuesta que subir pero no son problemáticas.

A medida que vamos bajando recordamos lo duro que nos resultó subir por aquí el año pasado y entendemos por qué tuvimos que empujar tanto. Hay zonas que dan vértigo.

El cielo empieza a enmarañarse y antes de terminar la bajada ya nos estaba chispeando y los nubarrones negros empiezan a adueñarse de las cumbres.

Estamos en Fuente De, un lugar lleno de turistas en busca del teleférico.

Paramos a comer y a decidir por donde seguir. Nuestra primera opción es bajar hasta Espinama y desde allí subir por camino hasta Sotres, el pueblo más alto de Asturias, pero la climatología no admite juegos ni perdona un error, así es que una vez más tenemos que modificar los planes, seguiremos bajando hasta Potes para retomar nuestro planteamiento más adelante en Pesaguero.

Tenemos 26 km de bajada por delante, por la misma carretera que subimos en 2014 , la CA 185 (estamos en Cantabria) acompañados por el río Deva, que nace en Fuente De. Como es la hora de comer, está tranquila y no hay apenas tráfico. Bajamos muy deprisa, las bicis se ponen locas porque en muchos lugares el desnivel es considerable y de nuevo volvemos a tomar consciencia del esfuerzo del año pasado.

Ahora vamos cómodos, pero subiendo es muy duro porque además, mientras pedaleas no tienes una percepción óptica que acompañe a la pendiente.

A medida que bajamos el frío va desapareciendo y hasta hay zonas de sol en las que sentimos su calor. Cuando llegamos a Potes, hace una tarde maravillosa.

Asador Llorente

Paramos para seguir decidiendo, tenemos fuerzas para llegar hasta Pesaguero e intentar remendar el roto que le hemos hecho hoy a la ruta pero tenemos tan buenos recuerdos de Potes que decidimos dormir aquí si tenemos suerte de encontrar una habitación libre en  Casa Cayo http://www.casacayo.com/ lugar donde dormimos el año pasado.  Y la tuvimos, así es que desmontamos todos los bártulos y nos quedamos. Su trato es excelente y las habitaciones son estupendas. Su restaurante también es totalmente recomendable, esta vez no podremos cenar allí porque está cerrado, pero nos dan una alternativa que tampoco está nada mal, el Asador Llorente.

Vistas desde el Hotel
Vistas desde el Hotel

Tarde de copas en el Café -Pub La Barrica, cervezas y cena el Asador.

Por todo lo vivido, hoy será un día inolvidable.

lallamadadelviento@lallamadadelviento.es

Llames de Parres – Posada de Valdeón

Llames de Parres – Posada de Valdeón 75 km

Empezamos este viaje desde el mismo lugar donde terminamos el último, en Llames de Parres, Asturias.

Nos volvemos a alojar en La Posada de la Venta , lugar del que ya os hablamos en la crónica https://lallamadadelviento.es/2015/06/21/llames-de-parres-nava-villaviciosa-llames-de-parres/

Llevamos dos semanas pendientes de la meteorología de la zona y aunque esperábamos que lloviera, lo que no nos podíamos imaginar es que una vez aquí pronosticasen una ciclogénesis explosiva que va a variar casi toda nuestra planificación.

Primer día, primeros cambios. El destino será Posada de Valdeón.Hemos decidido hacer más km a la espera del empeoramiento de la climatogía y mañana no salir a pedalear.

Datos grabados con Twonav Anima Plus

Hoy pedalearemos por los Concejos de Parres, Cangas de Onis, Amieva y Ponga en Asturias y por la Comarca de la Montaña de Riaño en León.  Subiremos dos puertos de montaña, el mítico Pontón de la vuelta ciclista a España y seguidamente Panderrueda.  Es una ruta sin complicaciones técnicas pero con bastante exigencia física puesto que el desnivel que nos saldrá al final será dos mil metros de acumulado positivo.

Este tramo resulta ser uno de los más beteteros del Camín a Cuadonga porque el firme está en perfecto estado, no hay zonas complicadas. Es muy disfrutón y llegamos rápido a Cangas de Onís.

Como ya conocemos Cangas no paramos a hacer fotos.

Desde aquí tomamos la N625 dirección a la provincia de León. El resto de la ruta será por asfalto. Durante muchos km el río Sella nos acompaña.

A menos de tres km nos encontramos con la central de desove de salmones de Caño.

Pedaleamos con buen ritmo porque aunque la tendencia es a subir, el porcentaje  debe de rondar el 3%. Aproximadamente en el km 30 de la ruta empezamos a notar el esfuerzo. Se irá endureciendo poco a poco.

León y Asturias se unen por una sinuosa carretera. Es el Desfiladero de los Beyos, con  una longitud aproximada de 20km. El Río Sella ha modelado un paisaje de roca caliza impresionante.

No llevábamos bien puesta la cámara en el manillar, pero con este vídeo os podéis hacer una idea de como es el lugar aunque la verdad es que no le hace justicia.

Paramos a comer y a descansar en Oseja de Sajambre ( León), justo antes de afrontar los algo más de 11 km de subida que nos quedan hasta el Pontón. También son los más duros.

Subimos, subimos y subimos. Vamos acumulando un cansancio considerable.

Y por fin llegamos

Hacemos la foto de rigor en el letrero y empezamos la bajada, pero sólo tiene un km escaso ya que tenemos que dejar la N625 que baja a Riaño para enlazar con la LE 244 que nos lleva al Valle de Valdeón. Ponemos un video

Tenemos por delante casi cinco km más de subida al Puerto de Panderrueda.  Nos resulta más fácil de lo que esperábamos porque no tiene rampas destacables a pesar de tener que superar un desnivel positivo de más de 300 metros en tan poca distancia.

La bajada hasta Posadas de Valdeón es de 11 km por una carretera preciosa, sin tráfico, ancha.

Grabamos un video desde Panderrueda hasta el mirador de Valdeón. Una pena que el cielo empezara a enmarañarse y no deje ver bien los Picos de Europa.

En Posadas de Valdeón nos alojamos en el Hostal Corona **, lo elegimos no sólo por su precio sino porque tiene unas vistas impresionantes al macizo central de los Picos de Europa.

http://www.hotel-corona-posada-de-valdeon.vivehotels.com/es/

 

Es un lugar muy tranquilo para descansar, tanto que éramos los únicos clientes ;o))))))) Nos dijeron que a partir de septiembre el trasiego de gentes se reduce casi exclusivamente a los fines de semana. Tiene comedor, donde ofrecen un menú de comida casera bastante generoso.  El trato es correcto. Está todo  limpio.

Toca descansar.

El pueblo es pequeño y las actividades principales están unidas a lo que hoy en dia llaman el turismo activo, asi es que poco podemos hacer.

Estamos rodeados y protegidos por las montañas.

Damos un paseo disfrutando de la tranquilidad y el aire limpio que se respira.

lallamadadelviento@lallamadadelviento.es

Villaviciosa – Llames de Parrés

Hoy también hemos madrugado a pesar de tener una etapa corta. Volvemos al punto de partida, Llames de Parrés.

Como Villaviciosa es pueblo peregrino, mientras que buscamos un bar para desayunar nos encontramos a varios caminantes con sus mochilas a cuestas.

Hoy pedalearemos por los concejos de Villaviciosa, Piloña y Parres.

Salimos por la carretera AS-225 .

En Amandi a poco más de un km, el Camino de Covadonga se separa del Camino del Norte. Dada de la escasez de peregrinaje hacia la Santina, no volveremos a encontrarnos con nadie más. La bifurcación está en la capilla de San Juan .

Acceso a la finca privada ” La Vega”

El camino no es el que se ve detrás sino otro pedregoso que está a la izquierda.

Desde el inicio nos adentramos en plena naturaleza compartiendo itinerario con la ruta de los Molinos del Profundu durante unos cientos de metros.

Ni siquiera se nos han calentado los músculos y ya sabemos que tenemos que empujar, pero es curioso como la memoria graba los recuerdos porque todo el tramo de la ribera del arroyo de Puente Coro se nos hace mucho más corto, lo mismo que la subida a Coro que además se nos hace menos empinada (este año está más limpia de matojos). Mucho tiene que ver la forma física

Este lugar se llama Malpasu y es una zona donde el agua entra libre al camino.

 

La ladera del monte Sama se sube por un sendero flanqueado de árboles y con multitud de raices que dificultan el ascenso. Este empinado tramo termina en un camino más amable y ciclable.

Paramos a descansar cinco minutos y hacemos esta foto en el mismo lugar del año pasado

 

Ahora vamos por un falso llano y podemos pedalear agusto. El camino nos saca a una pista cementada con fuerte pendiente. La foto es del final. Justo donde se ve la valla electrificada hay un cartel que te desvía a la izquierda.

Giramos y vuelta a empujar por una especie de tunel verde lleno de zarzas, ortigas, bastante resbaladizo y con una pendiente considerable al final, eso si, la temperatura baja con la humedad.

Nos lleva directamente a Cuetobaxo y a la carretera AS-332 que sube a Breceña y a Sietes (El famoso pueblo de Windows).

No se aprecia pero es cuesta arriba

Llegamos a Sietes y buscamos algún bar que esté abierto, pero por las mañanas en temporada baja y dia laboral es complicado. Lo encontramos en Anayo, el pueblo más alto de la ruta. Como la experiencia es un grado y no sabíamos si estaría cerrado, antes de llegar decidimos parar en ésta ya conocida fuente para nosotros porque será la segunda vez que nos refresquemos en ella.

En Anayo cogeremos la AS 258 y a poco más de medio km nos apeamos del asfalto y entramos en una de las zonas que más nos impactó el año pasado. Algunas bajadas están cementadas pero otras tienen mucha piedra y gravilla suelta. Realmente dan miedo porque las bicicletas se ponen locas. La precaución hace que guardemos las cámaras y no hagamos fotos hasta llegar a un rincón del camino que el año pasado nos emocionó de una manera sorpresiva.

Durante unos minutos nos relajamos y disfrutamos del paisaje. Quizás no volvamos nunca más a este lugar y por eso queremos retenerlo en la memoria . Es una panorámica del valle del Piloña, los Picos y el Sueve.

No hay fotografia ni video que le haga justicia porque no se aprecia bien la altura de las montañas que tenemos enfrente. Es un momento para disfrutar.

Salimos del camino a la carretera AS258 que nos lleva  a Borines, un trayecto que disfrutamos muchísimo porque se convierte en un paseo lleno de canciones y risas donde la sombra nos protege.

Poco después salimos a la AS 259  para llegar a Miyares. Aquí tenemos recuerdos un poco encontrados porque en 2014 paramos en el Bar Pili y mientras nos tomábamos unas cervecitas con su correspondiente ración de queso manchego (no había otro) entablamos una agradable conversación con la señora Pilar y un vecino del pueblo. Nos dijeron que no siguiéramos el trazado original del Camín porque era muy trabajoso, muy cuesta arriba y complicado. Tan mal nos lo pintaron que decidimos hacerles caso y bajar hasta la N634 para pedalear comodamente bajando o llaneando hasta nuestro destino de aquel día, Cangas de Onís.

Lo cierto es que nunca una decisión ha pesado tanto en nuestras cabezas (y por eso volvemos unos meses después) porque influenciados por sus palabras nos pusimos límites donde quizás no existieran y dudamos de nuestras capacidades. No hay cosa peor que dar por imposible lo que ni siquiera se ha intentado.

Pretendíamos parar a saludar porque Pilar forma parte de nuestros recuerdos y por lo bien que nos trató pero estaba cerrado.

En este horreo está el desvío que buscamos dirección a La Goleta por un camino vecinal asfaltado que desemboca en la PI-11.

El trayecto es un continuo sube y baja salpicado de pequeñas aldeas. Ni rastro de las complicaciones que nos habían contado.

Ahora nos damos cuenta del gran error que cometimos porque nos perdimos unos paisajes preciosos, una paz y una tranquilidad que la ctra nacional se llevó.

Aquí todo fluye más lento. Nos alegramos de haber vuelto para buscar los tramos perdidos de un Camín a Cuadonga que casi podemos decir que también es nuestro Camín. Empieza a cerrarse el círculo abierto.

La PI -11 nos lleva hasta La Goleta,La Trapa, La Estrada, La Ferrera.

Tras La Ferrera cruzamos el río Cua. Pasamos al lado del circuito de cars de Soto de Dueñas

Atravesamos la N634 por este paso (foto de street wiew) que nos aleja del tráfico para llegar a Casas del Puente y a cruzar el Río Piloña.

Tras cruzar el río nos toca cruzar las vías del tren a las bravas, sin paso a nivel ni control (hicimos fotos pero se han escondido porque no las encontramos).

Tenemos que pedalear por una vereda estrecha y de hierba seca bastante garrapatosa que unos pocos metros después va a parar a lo que hemos aprendido que es una caleya (camino vecinal en mal estado) con piedra caliza suelta y cuesta arriba hasta Villar de Huergo . Tenemos que empujar, pero al menos está desbrozado.

Una vez pasada la caleya salimos a un camino muy rodador y agradecido para pedalear.

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Ahora estamos en un tramo coincidente con el Camino de la Reina, pedaleamos paralelos al Río Piloña y a las vias del tren.

Cuando llegamos al puente por el que habíamos subido a Llames de Parrés con el coche, decidimos ir por la carretera dado que la subida por el camino carece de sombra como comprobamos el primer día y el sol picaba bastante a las doce de la mañana.

La subida se hace cómoda, máxime cuando se tienen árboles que te alivian el sofoco del calor.

Llegamos pronto y nos sentamos a descansar en el porche de la casa rural  La posada de la Venta. Cuando nos disponíamos a llamar para avisar de que estábamos allí, llegó Gaspar y nos ofreció una manguera para limpiar las bicis. Una vez limpias, las dejamos secar en la puerta de la casa sin candar, cosa impensable en nuestra tierra.

Colada, duchas y a comer al restaurante La Roca II.

Por la tarde, paseo turístico y cena en Ribadesella ya que estamos a pocos km y necesitamos ver el mar.

lallamadadelviento@lallamadadelviento.es

Nava – Villaviciosa

Hoy es el día en el que enlazamos con el Camino de Covadonga, justo en uno de los tramos que nos indicaron que no deberiamos hacer en bicicleta y eso provoca que las sensaciones sean diferentes al levantarnos.

Tenemos una vivacidad distinta y muchas ganas de divertirnos. Cada persona tiene sus prioridades y donde otros encuentran un padecimiento prescindible para nosotros forma parte importante de la chispa de los retos.

Además es un trazado que hemos personalizado para visitar la Asturias más rural, la que vive paralela al turismo y se dedica sobre todo a las explotaciones de ganado vacuno y al cultivo de manzanas para la sidra.

Si nos desplazamos por carretera sólo nos separan poco más de 20 km del punto final pero al subir al monte la distancia multiplica por más del doble . Lo que podría ser un paseo se convierte en un terreno rompepiernas con unas vistas increibles.

La cafeteria del Hotel abre a las cinco y veinte de la mañana, lo que nos permite madrugar para llegar pronto a la inquieta y peregrina Villaviciosa.

Hace bastante niebla y fresco pero preferimos esta temperatura para pedalear sobre todo cuando el terreno se ponga cuesta arriba.

Tomamos la AS-250 hasta desviarnos 8 km después por la SR1 o camino de la Carcaba hacia La Vega y El Fresno dirección el Monte Deva, que es la variante del Camino del Norte para los que quieren pasar por Oviedo.

Todo el trayecto está salpicado de pequeñas aldeas. Nos llama la atención que las casas y todas las naves o recintos donde guardan los aperos de labranza o cuidado del ganado están abiertos, al alcance de cualquiera que pase y sea de mano distraida.

Tanto en Llames de Parrés como en Nava nos comentaron que allí todavía se hace la vida de antes, donde todos se conocen, confian y ayudan. Una situación que nos produce verdadera nostalgia porque así lo recordamos durante nuestra niñez en el pueblo. Las casas siempre tenían las puertas abiertas y eso proyectaba un chorro de tranquilidad que ventilaba el ambiente y nos hacía mejores vecinos. Ahora eso es algo impensable, hasta en el poblado más escondido.

Capilla del Carmen de Paraes

Hace niebla y aunque empañe los paisajes para nosotros es como una energía liberadora que nos aleja de las tierras secas, de los páramos y eriales quemados por el sol ofreciéndonos en cada respiración el alivio que tanto nuestro cuerpo como nuestra mente necesitan.

Tal y como nos pasó ayer, no tenemos que subir grandes montañas pero algunas rampas nos hacen sudar y mucho por su porcentaje. El terreno es un sube y baja continuo. Mientras pedaleamos no somos conscientes del desnivel que comprobamos cuando llegamos arriba. Las aldeas se vuelven pequeñas en pocos metros y nosotros nos convertimos en receptores privilegiados de lo verdaderamente importante, sutil y básico de la vida.

Pasamos La Vega y varias aldeas después nos encontramos con la subida al Monte Deva. Nos dirigimos a su área recreativa por una pista ancha muy rodadora.

La niebla sigue acompañándonos. En las zonas más altas se pone más pesada e incluso moja produciendo bastante frío en las cortas bajadas.

Bajamos del Monte Deva y enganchamos con el Camino de Covadonga. Una de las zonas prohibidas el año pasado.

Es un camino en bajada, pedregoso, empinado y en muy mal estado. También estaba un poco encharcado por algún riachuelo. Es un tramo inciclable.

Tenemos que empujar si o si. Cuando salimos llaneamos por una pista vecinal asfaltada.

Tras el descanso, dejamos el asfalto para entrar en un camino de hierba y volvemos a empujar por el desnivel. No se aprecia en la foto pero si os fijais bien en la posición de Paco, lo vereis mejor.

Hemos encontrado una alternativa en wikiloc para evitar una zona muy técnica y problemática que nos conecta directamente con el Camino de Santiago. Se supone que es aconsejable para los que vamos en bici.

Video saliendo de ese tramo lleno de ortigas. La opción es dura, muy cuesta arriba y de nuevo no ciclable.

Salimos a la carretera VV8 ya en el concejo de Villaviciosa, subimos mucho y unos km después nos encontramos a una peregrina que aun estaba recuperándose de la subida que nosotros teníamos que hacer en bajada. Nos  la describe como extrema, dificil y dura pero no nos asusta.

Se nota la afluencia de peregrinos del camino del Norte. Pedaleamos por un tramo coincidente de ambas rutas.

La bajada es compleja, muy técnica y llevar equipaje es un hándicap dificil de manejar, por ello no hicimos apenas fotos.

Aquí tuvimos el único percance del viaje. Paco intentó no bajarse de la bici a pesar de la inciclabilidad y salió despedido  al perder el control en una de las grandes piedras que alfombraban el suelo . Afortunadamente sólo fue un susto, su musculatura absorvió el golpe.

Siempre decimos que no sabemos en que se basan  los trazadores de caminos de peregrinación para traer a la gente a determinados lugares. No nos creemos que sea el trazado original (ya que en el caso de los caminos a Santiago han sido modificados a lo largo de la historia) porque no es muy probable que los antiguos viajeros eligieran estas ratoneras pudiendo escoger otras más benignas.

La zona entre Deva y Villaviciosa es muy peligrosa para los caminantes, tanto por la pendiente que podría desestabilizarlos con el peso de sus mochilas como por el elevado peligro de sufrir caidas, torceduras en los tobillos o esguinces.

Ahora entendemos por qué el año pasado nos aconsejaron evitar esta zona, pero lo cierto es que la hemos bregado con solvencia a pesar del susto.  Nos reafirmamos en nuestra forma de pensar en cuanto a afrontar zonas difíciles porque son salvables con mayor o menor esfuerzo, lo que nunca hay que perder es el respeto a la naturaleza y a sus trampas.

Una vez superado este tramo volvemos al asfalto y llegamos facilmente a Villaviciosa porque la tendencia sigue siendo a bajar.

Nos alojamos en  “El Conventín”, un económico, pequeño, tranquilo y bonito hotel. Muy limpio, todo está como nuevo.  Las bicicletas quedan perfectamente guardadas en su garaje.

http://www.hotelconventinvillaviciosa.com/

Comimos y cenamos en el restaurante Trebede . Muy buena comida y la atención de diez. https://www.facebook.com/pages/Tr%C3%A9bede/972954452766455

lallamadadelviento@lallamadadelviento.es

Llames de Parrés – Nava

 

Datos grabados por el gps Twonav Anima plus.

Se puede comprobar que las alturas no son muy elevadas, lo que hace más duro el recorrido es el acumulado positivo que sobre todo se suma en la subida de 11 km desde Puente Miera a Les Praeres.

Estamos sólos en la casa rural y ello hace que descansemos sin ruidos y despertamos con el sonido de los pajarillos que a pesar de la niebla también han madrugado. Tras desayunar nos despedimos de Esther y emprendemos la marcha Cometemos el error de no recordar si el tramo  del track que llevamos en el gps hasta Infiesto es una variante dibujada por Paco o el trazado original del Camino de la Reina (inciclable, complicado porque no es arrastrar la bici sino cargar con ella y eso no podemos hacerlo durante tanto tiempo con el Evo y la bici juntos). Asi es que tomamos la alternativa más sencilla y cómoda. Bajamos por camino hacia el Rio Piloña, cruzamos su puente y accedemos a la N634 que nos lleva a Infiesto. La ctra a pesar de ser una hora punta no tiene mucho tráfico y como el arcén es ancho y la tendencia es a bajar llegamos rápido , ganando bastante tiempo al horario total estimado En Infiesto ponemos el track pero el gps nos dice que hemos llegado a destino y se niega a navegar. Probamos en el móvil y nos dice lo mismo, por lo tanto el archivo tiene algún error. Es nuestro primer viaje de la era Twonav y por un momento nos acordamos del viejo Garmin. No podemos activar la navegación pero si podemos hacerlo manualmente. Como la pantalla es táctil, no hay ningún problema. 20 km después todo se soluciona  y Paco puede ir más relajado sin tener que mover el mapa.

Cruzamos Infiesto y accedemos a la AS 254. No sabemos si es porque estaba en obras pero es una carretera de escaso tráfico, es estrecha y está flanqueada por prados y árboles. Su tendencia es a subir pero de una manera suave por lo que permite llevar un buen desarrollo y movernos cómodos. Paralelo discurre el tranquilo Río de la Marea por lo que disfrutamos de un estupendo paseo por su ribera, escuchando el agua y con una temperatura perfecta.

Llegamos a Puente Miera y aquí enganchamos de nuevo con el Camino de la Reina o las peregrinaciones (Oviedo – Covadonga). Es la GR 105  y paramos a tomar un refresco. Justo donde está el cruce en el que tenemos que desviarnos está el Bar Puentemiera. No tienen nada para picar asi es que no nos entretenemos mucho y tiramos para arriba.

Al principio la pista está asfaltada y un poco rota, pero se pedalea fácil. Después progresivamente iremos cambiando de camino de tierra compactada a un camino de  montaña con las curvas llenas de piedra suelta, sobre todo donde el cambio de desnivel es considerable. Algunas rampas se pegan a las piernas y las ruedas traseras derrapan. Hay que poner especial cuidado en algunas curvas.

El sol empieza a picar. Aquí también vale el dicho de «Mañana de niebla, tarde de paseo».

A medida que subimos podemos disfrutar del paisaje que vamos dejando abajo. Al final, el camino se abre a una pista ancha de tierra blanca, muy rodadora, que facilita mucho el último tramo.

Muchos nombres en el letrero pero ninguno dice que vamos a Les Praeres por el camino que lleva a Nava, tardamos varios km en encontrar el nombre, no estaba ni en los paneles direccionales de la GR.

En el alto hay un espectáculo indescriptible. Sólo escuchamos el sonido de los pájaros, las vacas y caballos que pastan tranquilamente.

Y como una imagen vale más que mil palabras, grabamos este video y nos marchamos para no molestar a los animales.

Se acaba la pista de tierra blanca y comienza el asfalto del descenso. Todo el desnivel que hemos subido en once km hemos de bajarlo en menos de la mitad de distancia ( cinco más o menos) por lo que encontramos una vertiginosa bajada, con desniveles que llegan a superar el 30% según pudimos comprobar al analizar el track en casa  y curvas bastante peligrosas. Hay que llevar los frenos en buen estado porque se ponen al límite. Pensábamos que nuestra capacidad de asombro en Asturias habia tocado techo el año pasado, pero encontramos delante de nosotros un paisaje al que nuestras cámaras no hacen justicia. Nos estremecemos, nos emocionamos, alargamos la bajada para disfrutarlo

Llegamos a Nava a tiempo de tomarnos unas cervecitas antes de comer. Nos alojamos en el Hotel Prida. http://hotelprida.com/

No tenemos palabras para agradecer el trato que nos dispensaron, muy amables, tratando siempre de facilitarnos la vida aunque ellos tuvieran que complicársela. Lavamos la ropa en el lavabo y ellos mismos se encargaron de recogerla, tenderla y volverla a recoger. No estamos acostumbrados a tanta atención y la verdad es que quedamos sorprendidos y encantados.

Nos recomendaron comer en el restaurante Prida (nada que ver con los gestores del Hotel) y allí disfrutamos de un estupendo y barato menú.

Estamos en la comarca de la sidra, pero aun no la hemos probado.

lallamadadelviento@lallamadadelviento.es