Una vez pasado este tramo la pendiente se suaviza y nos permite ir cómodos, ronda el 6 % . El curveo y los árboles nos protegen bastante del viento. Es una subida preciosa.
Cuando llegamos a cota de puerto, nos encontramos con unas rachas de viento que incluso llegan a tirar una de las bicis y darle la vuelta al Evo II. El ruido nos impresiona. No conseguimos mantener la mano quieta para grabar.
Tenemos un conflicto. No sabemos si tomar el desvío que buscamos hacia la Horcada de Valcabao u optar por la opción que desbarataría todos nuestros planes y que no es otra que bajar por la carretera hasta Portilla de la Reina, pero el viento es tan intenso que sería muy peligroso ir por asfalto porque nos entraría de frente y de costado.
Este viaje lo hemos planificado para bajar desde la Horcada de Valcabao hasta Fuente De, justo al contrario de como lo hicimos el año pasado y después subir hasta Sotres por camino. Estar aquí y no poder hacerlo supone una frustración bastante importante.
Mientras que decidíamos que hacer vimos que bajaba por el camino de acceso a la Horcada el coche de los guardas forestales . Nos informaron que el camino estaba seco y ciclable pero que arriba hacía muchísimo aire, que las rachas superaban con creces los 100 km/h.
Lo cierto es que no nos lo pensamos mucho, si el camino está bien, llevamos el viento a favor y el cielo no amenaza lluvia, se puede hacer. Conocemos el terreno y sabemos que una vez hagamos cota, la propia montaña nos protegerá.
Desde Pandetrave hasta la Horcada sólo hay que subir 3.5 km y después casi todo es bajada hasta Fuente De.
Comenzamos la subida por lo que se llama el camino del collado de Remoña y nos resultó muy emocionante y divertida, nunca antes habíamos sentido el viento como un aliado tan fiel. Nos empuja de tal manera que a veces tememos perder el control de la bici.