Antes de la bajada a Viana pasamos por el bosque que se había incendiado unas semanas antes, nos da muchísima pena verlo asi. La humedad de la tormenta y sus primeras gotas de agua acentúan el olor a quemado, al respirar parece que las cenizas se nos estén pegando en las vías respiratorias, no hace nada de aire por lo que el bochorno es axfisiante. Además empieza a chispear cada vez más fuerte, la tormenta se nos está acercando y pedaleamos lo más rapido que podemos porque no es seguro hacerlo en esas condiciones.
Llegamos a Viana a las cuatro de la tarde. ¿y sabéis qué? Están een fiestas!!!!!!! empezaban ese mismo día.
Nos estamos empezando a mojar bastante, callejeamos empujando la bici por el casco antiguo (nuestras cubiertas son buenas rodadoras, pero peligrosas en losas mojadas) en busca de la pensión San Pedro
http://www.pensionsanpedro.com/index.html.
Nos recibe la hermana de la dueña, una chica encantadora y cariñosa de la que no recuerdamos el nombre muy a nuestro pesar. Guardamos las bicis en el mismo comedor de la pensión
Mientras nos registraba nos cuenta que desde las seis de la mañana llevaban recibiendo llamadas de peregrinos buscando habitación También nos explica cuales son los actos a celebrar como inicio de las fiestas. Hay encierro de toros y verbena
Nos dice que al ser tarde de encierros a las horas que son ya no vamos a encontrar donde comer , así es que nos subimos a la habitación, nos duchamos y nos comimos algunas chuches que habíamos comprado. Menos es nada.
La habitación está bien, limpia, no falta de nada. Es un edificio antiguo pero reformado en su día, las camas perfectas. Descansamos un rato y nos marchamos a dar una vuelta.