Prólogo

Badajoz – Huesca – Jaca

Después de un viaje incómodo por las obras de la autovia Madrid – Zaragoza ( en un 85% de su recorrido) llegamos a Huesca a las diez de la mañana. Nos dirigimos directamente a la estación de autobuses con la intención de negociar un precio razonable con cualquier taxista al que le cupieran nuestras bicis en el coche. Lo conseguimos, así es que por poco más no tendríamos que esperar a la salida del autobús.

El taxista resultó ser un kamikaze de los que no deseas encontrarte en la carretera, al salir de su habitat urbano se le debieron de marear sus pocas neuronas porque iba a toda velocidad por zonas de obras, adelantando con coches de frente o sin visibilidad e incluso casi saltándose un control policial. Tras 75 km para el olvido nos dejó al lado de un parque donde montamos las bicis, los evos y las alforjas.

Nos fuimos al albergue, justo al lado de la catedral por lo que hicimos nuestra primera foto jacetana a las dos bicis y nos tomamos una cervecita.

 

Casa Mamré http://www.casamamre.com/  pertenece a la iglesia evangelista. Nos trataron como si nos conocieran de toda la vida.

Las bicis quedan perfectamente guardadas en el patio, no tenemos que desenganchar los Evos.

El albergue es una casa grande, sencilla, humilde, sin màs pretensión que la de dar cobijo y descanso a los peregrinos. Todo esta muy limpio y José, el pastor, es una persona encantadora, educada y atenta. Al contrario de lo que muchos puedan pensar, en ningún momento nos intentó adoctrinar pero si nos ofreció una conversación muy amena y agradable recordando los ocho años que habia vivido en Badajoz.

Después de descansar nos fuimos a dar un paseo por Jaca, que se vestía para sus fiestas medievales. Visitamos la ciudadela, la catedral y sus calles llenas de vida y bullicio.

Entrada a la ciudadela
Con Ramiro I

Ramiro I, conde de Sobrarbe y Ribagorza fue considerado el primer rey de Aragón.

En torno a la figura de Ramiro I se cierne la historia de ser hijo ilegitimo aunque documentalmente no se haya podido probar. Es hijo del Rey de Pamplona , Sancho III el Mayor  y Sancha de Aibar.

La leyenda cuenta que Sancho III prohibió que su caballo preferido fuese montado durante una de sus ausencias. Su hijo, el infante Garcia intenta saltarse la prohibición pero no lo consigue por la oposición de su madre.  Humillado trata de vengarse acusando a Sancha de adulterio. Todos los hermanos menos Ramiro, hacen causa común en la difamación y ella es condenada a la hoguera. Habida cuenta de la gravedad de la situación , Ramiro (habil en armas) reta a cualquier caballero en defensa del honor de su madre. Tal acto de valentia y lealtad deja en entredicho a Garcia y restituye el honor de la reina. Su premio será el ser adoptado y por lo tanto consigue todos los privilegios , asi como los derechos hereditarios y sucesorios.

La leyenda no tiene muchos visos de realidad dado que es conocida la rivalidad entre todos los hermanos y si se desmenuza no tiene mucha veracidad dado lo improbable de las consecuencias posteriores ante lo que sería una desobeciencia al Rey.  Algunos historiadores la apuntalan apoyándose en que nunca se hizo llamar Ramiro I de Aragón sino “Hijo del Rey Sancho”. Otros hablan de legitimidad al haber nacido de otro matrinonio del monarca. La duda siempre está presente en su historia.

Se nota que el Camino de Santiago forma parte importantisima de la historia de Jaca.

Nos encantó la plaza de la catedral , con sus soportales y sus comercios, todos ellos han sido fieles a su estilo antiguo y conservan ese encanto especial de las tiendas de toda la vida donde ya compraban nuestras abuelas.

 

Aprovechamos que la catedral está abierta para visitarla. Está considerada como uno de los monumentos románicos más importantes de España. Una pena que por la falta de luz no pudiéramos fotografiar el retablo del altar. Es una joya.

El atardecer nos regaló la actuación de un moderno trovador que narraba por distintos lugares de la ciudad historias sobre la convivencia entre judios y cristianos en la antiguedad.

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