Habiendo visitado este rincón de Asturias, no podemos dejar pasar la ocasión para hablar de un personaje que ha marcado la historia de estas tierras y la del resto del pais.
Puesto que no somos expertos y sólo tenemos conocimientos básicos trataremos de resumir lo que dicen que pasó más allá de calificarlos dentro de la realidad, la leyenda o una mezcla de ambas. Seguro que no son los hechos más verídicos pero son los que a traves de la tradición oral nos dicen que han llegado a las gentes sencillas. Asi es que ahí van unos apuntes de la historia que lo encumbró como héroe nacional.
Hablar de Don Pelayo y de la decisiva batalla de Covadonga es hablar de hechos magnificados más que de historia comprobada puesto todo lo que acompaña a este mítico personaje está rodeado de misterio. Es inevitable entrar en el mundo de los mitos, las leyendas y los milagros religiosos.
Hay división dentro de los historiadores. Están los negacionistas que ponen en duda no sólo sus orígenes ante la falta de una genealogía probada sino también su propia existencia. También hay quienes dudan de que la batalla se celebrase. Por otro lado están los defensores que le dan veracidad tanto a su vida como a la gran gesta de la que fue lider y protagonista, aunque aceptan la manipulación de los datos por parte de los dos bandos en escritos muy posteriores a los hechos (exageración de número de bajas y combatientes).Las Crónicas Alfonsinas o de Alfonso III por el lado cristiano y Las Crónicas de Al-Maqqari por la parte musulmana.(por si las quereis leer).
Don Pelayo fue el primer Rey de Asturias y sucesor del que fue último rey visigodo Don Rodrigo.
Allá por el año 711, con Hispania dominada por los musulmanes, en un recóndito rincón de Los Picos de Europa , se refugia un pequeño grupo de resistencia que serán los encargados de iniciar la reconquista del pais.
Se cuenta que las tropas musulmanas ( 187.000 según exageran las crónicas alfonsinas) llegaron acompañados por Oppas, un obispo traidor que fue el encargado de negociar una rendición antes de entrar a luchar. Los astures fieles a su Dios (o cansados de pagar impuestos según otra versión menos fervorosa) decidieron ir las armas.
Empieza el asedio a la Cueva de la Virgen (que tiene gran tradición celta, dicho sea de paso) donde se han refugiado los astures. Los sarracenos lanzan una lluvia de flechas que en lugar de herir a los cristanos, rebotan y se vuelven contra ellos mermando el ejercito de una manera sustancial. Desisten y mientras que se retiran, Pelayo les lanza un ataque que unido a lo que hoy llamaríamos guerra de guerrillas formada en las montañas aledañas logran acabar con 124.000 enemigos. El resto falleció cuando por la providencia de Dios en su huida por las cumbres de las montañas,se crea una gran tempestad que abre la tierra para que caigan a las aguas Río Deva.
Cuentan que el secreto de la victoria se encuentra en el llamado milagro de la Cruz. Pelayo, acorralado, pide ayuda divina. Como respuesta ve una gran Cruz roja en los cielos que será la señal de su salvación. Fue entonces cuando construyó una cruz con dos palos o se la ofreció el eremita que vivía en la cueva,(dependiendo de la versión que elijamos) diciéndole: «He aquí la señal de la victoria». Pelayo besó la cruz y la enarbolándola dijo «Esta será desde hoy mi divisa y mi bandera» y así comenzó la Reconquista.
Cada uno de los hechos que hemos contado tiene diferentes versiones y sería muy largo el explicar cada una de ellas. Esta no es ni la mejor ni la peor, ni la más cierta ni la menos creible, sólo una más.