Portomarín está construido en los años sesenta para realojar a los vecinos que tuvieron que abandonar el antiguo pueblo medieval tras la construcción del embalse de Belesar. El Portomarin original yace sumergido bajo las aguas del Rio Miño. Su entrada es una reconstrucción hecha a partir de uno de los arcos del puente del antiguo. Varios monumentos fueron transladados piedra a piedra.
hemos llegado a Portomarín antes de la una de la tarde y ya sólo nos quedan sobre 30 km. Decidimos continuar unos 8 km más hasta Gonzar y allí parar a comer. Así es que como llegamos nos vamos.
Llegar hasta el punto de descanso no es ningún regalo para las piernas, hay un fuerte repecho hacia el Monte San Antonio. En Gonzar los estómagos nos dicen que no se nos ocurra comer nada porque corremos el riesgo de que no aceptemos bien la comida con tanto subir y con lo que aún nos queda por delante. Así es que tomanos una cervecita y poco más. Serán las barritas energéticas las que nos propocionen la energia.
A partir de aquí apenas hemos hecho fotos, la etapa siguió ganando en dureza, nos costó mucho llegar hasta Palas de Rei porque el terreno no dejaba de subir y subir, no nos daba tregua. Muchos peregrinos subian como zombies por la carretera.
Desde Gonzar subimos a Castromayor, Hospital de la Cruz, Ventas de Narón y al de Alto de Ligonde . Tendremos un breve respiro en bajada hasta Eireche y Avenostre donde nos espera la propina de dos km que supone superar el alto del Rosario.
Llegamos agotados. Hace calor. Necesitamos descansar pero como estamos tan cerca del final ni siquiera paramos a comer en Palas de Rey.