Hemos elegido para descansar el albergue de peregrinos. Antes era de donativo, pero ahora debido a la escasez de generosidad hay que colaborar con cinco euros por persona.
El albergue es sencillo pero cubre todas las necesidades. Hay lavadora y secadora.
Bicicletas bien guardadas en el comedor.
Decidimos cocinar. Estuvimos sólos.