El esfuerzo de tantos días seguidos pedaleando unido a la dureza de las últimas etapas, ha podido con nosotros.
Hemos decidido llegar a Santiago de la manera más rápida y fácil posible. Iremos por la carretera nacional.
No sabemos si tomamos la mejor decisión porque la carretera es muy peligrosa, lleva muchísimo tráfico de camiones que no tienen ningún reparo en adelantarnos a toda velocidad sin pensar en nuestra seguridad.
La climatologia tampoco ayuda, hace frío, viento y amenaza a lluvia en todo momento por lo que aumenta nuestro stress de una manera considerable.
Conseguimos llegar a Santiago cuando algún reloj canta las cinco justas de la tarde.
Nos encontramos con un Obradoiro lleno de policias y controles. El año Xacobeo tiene activas todas las alarmas terroristas. Impresiona y acongoja un poco.