Llegamos a las 14.45, no está mal para nosotros, hemos conseguido el objetivo de dormir siesta en el albergue. Tenemos reserva en La Estrella del Camino
www.albergueestrelladelcamino.com
Nos gusta el albergue, está muy limpio y su decoración está cuidada. Es como una casita rural. Lo que no nos gusta es que el baño es compartido, en algunas puertas si que diferencian el género pero todo está dentro de la misma zona. No me parece una buena idea compartir duchas y retretes.
Guardamos las bicis en un garaje, nos duchamos y nos vamos rápido hacia el restaurante que nos ha recomendado el dueño. Lo primero que hacemos es tomarnos unas jarritas de cerveza para premiarnos el esfuerzo y después pedimos el menú de la casa. Bastante bien, comida abundante y rica.
No nos apetecía mucho pasear por el pueblo así es que pasamos la tarde en el albergue, descansando y pendientes de la ropa ya que por primera vez hemos pedido que nos pongan una lavadora.
Hay un jardín donde se está estupendamente. Allí planeamos nuestro gran reto, llegar a Mansilla de las Mulas en la siguiente etapa, sobre el papel son sobre 100 km.
En la cena nos colocaron junto a otros ciclistas catalanes. Fuimos los últimos en ponernos en la mesa (todos) y los últimos en salir del restaurante. Fue una velada agradable compartiendo anécdotas camineras y los proyectos del día siguiente. El más joven quería pasar la barrera de los cien km ya que nunca lo había hecho.
El hospitalero nos cuenta que en el albergue de Boadilla se han ido al otro mundo cuatro peregrinos en los últimos años, fue un comentario dentro del contexto de la conversación pero que a nosotros nos ha hecho borrar dicho albergue de posibles futuribles. Sólo de pensar que alguien ha podido morirse en la litera en la que dormimos nos pone los pelos como escarpias. Nos deseamos todos buenas noches y cada mochuelo a su litera.