Salimos de Cacabelos cruzando el río Cúa, que al igual que todos los que hemos ido viendo en estos días va bastante cargado de agua.
La helada de la noche nos regala un paisaje blanco, sin duda, la niebla ha hecho que sea más espectacular y que el Bierzo se nos muestre de una manera totalmente diferente a cuando pasamos por aquí en 2012 con las bicicletas. Es el día más frío de todos pero ha merecido la pena madrugar.
Encontramos algunas zonas de barro antes de llegar a Villafranca del Bierzo.