Volvemos a la capital del todopoderoso reino de León. Esta ciudad se ha convertido en punto de inicio o llegada reiterado de nuestros viajes.placer regresar.
Los albergues de peregrinos están llenos y como queremos salir descansados al día siguiente elegimos el Hostel “León Hostel” ubicado en pleno barrio húmedo a pocos metros de la catedral. A pesar de que nuestra habitación no da a la zona de bares, por la noche sentimos la fiesta de los trasnochadores en la calle .Nos recibieron muy alegre y educadamente.
Las instalaciones parecen estar limpias y desinfectadas. Y decimos parecen porque al día siguiente amanecimos con varias picaduras de bichos que no eran mosquitos. Se lo comunicamos mediante un mensaje privado de Facebook sin más pretensión que efectuasen una limpieza a fondo y su respuesta no pudo ser más indignante. Nos culpan a nosotros de llevar bichitos en las mochilas porque ellos desinfectan a diario todo el hostel y su ropa de cama es antibacteriana.
Como estamos de viaje y no queremos malos rollos, sólo le volvimos a contestar hacíendoles saber nuestro malestar por su desagradable trato. Lo que queda claro es que no nos volveremos a quedar allí. Su Web por si tenéis curiosidad es http://leonhostel.es