Por la tarde dimos el típico paseo por el pueblo y nos pareció que es un pueblo venido a menos. Se notaba su pasado industrial y su presente en decadencia. No nos pareció atractivo, pero sus gentes son muy amables, simpáticas y conversadoras.
Muchos locales comerciales vacíos, muchas casas abandonadas y las calles bastante descuidadas. Nos dió pena.
La iglesia del Cristo Rey es la más fea que hemos visto en la vida. Un horror arquitectónico,
Para mañana dan abundantes lluvias. Si llueve cogeremos un autobús hasta León y habrá finalizado nuestro viaje.