En principio teníamos pensado llegar al faro con las bicis pero como teníamos el coche aparacado en el puerto desde hacía justamente una semana decidimos ir a comprobar que todo estaba bien. Una vez comprobado que todo estaba correcto, desmontamos las alforjas, metimos las bicis en el coche y nos fuimos a buscar el albergue Finistellae donde teníamos pagada y reservada nuestra estancia.
Cuando hicimos la reserva, lo hicimos con bastante reparo puesto que nos pidieron el pago por adelantado para poder confirmarla. Nos resultó bastante chocante el que nos pidieran el 100% por adelantado, aunque sólo fueran 20 euros. Nos recibió Estrella y su marido. Nos ofrecieron una habitación para nosotros solos que tenían el tercer piso por el mismo precio.
Nos duchamos y nos fuimos a comer al puerto, lo hicimos en la terraza del restaurante O Centolo, la verdad que bastante bien, nos pedimos una ensalada templada de gambas, pulpo,zamburiñas y postre. No nos apetecía comer mucho.