Salimos viendo amanecer como todos los días.
Paramos a coger agua a la salida de Zamora después del subidón mañanero de la Cuesta de la Morana, con las piernas frías no es nada agradable.
Un lugareño nos aconsejó que fuésemos hasta Roales del Pan por la vìa de servicio para evitar la escombrera. Todo un acierto porque no había tráfico y pedaleamos rápido. A partir de ahí hicimos todo por camino, zahorra suelta hasta Montamarta por un camino lleno de toboganes y peregrinos a pie.
Paramos en la puerta de la Iglesia de Montamarta para reponer fuerzas y al salir nos metimos en las obras de la autovía, nos provocó tanta confusión que tuvimos que atravesar unos rastrojos para alcanzar de nuevo la carretera, ya no dejamos el asfalto hasta Granja de Moreruela.